Pocos hacen esto antes de apagar el coche y evita averías: ¿por qué es tan importante?

Aparcar el coche y dejarlo apagado no solo es quitar el contacto de la llave, cerrarlo y marcharse. Hay que tener una serie de precauciones y cuidados si no se quiere estropear la mecánica del vehículo.

Repetir durante años esos gestos que contribuyen, lenta pero inevitablemente, al deterioro de los sistemas del coche, acabará con una factura en el taller que puede salir muy cara.

El sistema de climatización se utiliza igual en invierno que en verano, aunque es cierto que durante estos meses pasados se ha abusado de él. Al igual que existen una serie de consejos para utilizar el aire acondicionado del coche al subirse al coche, también los hay para cuidarlo cuando se abandona el vehículo.

Si el primero es que nunca hay que conectar el sistema de climatización nada más subir al coche, igualmente no hay que apagarlo al mismo tiempo que se quita la llave del coche. Este gesto tan simple ayuda a evitar averías y solo requiere un mínimo de paciencia y atención: hay que desconectar el sistema de climatización minutos antes de apagar el coche.

La razón para quitar el aire acondicionado antes de desconectar el coche radica en su propio funcionamiento. El compresor del climatizador es un elemento que requiere mucha energía y, si no se detiene antes de apagar el vehículo, la batería puede sufrir en exceso y acortar su vida útil de forma sensible.

La humedad, otro problema

La humedad también puede afectar negativamente al sistema de climatización del coche. La condensación que se produce con el funcionamiento del compresor, se puede acumular en los conductos de ventilación. El resultado puede ser una avería bastante costosa de reparar.

Para evitar pagar hasta 1.500 euros por una reparación del sistema de climatización del coche, lo mejor es desconectarlo unos pocos minutos antes de apagar el coche.De esta manera, se permite que la batería del vehículo se recupere del sobreesfuerzo realizado. Al mismo tiempo, este gesto favorece que la humedad acumulada en los conductos se disipe. Así, el habitáculo se mantendrá fresco y no habrá que preocuparse de futuras averías.