El coche más antiguo del mundo saca su lado deportivo

Hay muchos coches longevos en el mercado, que llevan vendiéndose durante décadas, pero a través de múltiples generaciones. Lo que no es tan habitual es que un automóvil dure tanto vendiendo, básicamente, el mismo modelo que fue en origen. El Lada Niva es el caso más destacado a este respecto, pues lleva comercializándose desde 1977. De cara a 2025 se actualiza con su variante Sport.

A grandes rasgos sigue siendo un Niva, pero lo cierto es que tiene algunas novedades que resultan interesantes.

Su imagen es inconfundible, pero añade algunos toques propios para diferenciarse del resto de versiones. Así, en el frontal la parrilla es de plástico negro, en lugar del color de la carrocería, y luce un pequeño logo rojo con la palabra ‘Sport’. También hay una pequeña salida de aire con el mismo acabado en el capó y la guinda la ponen las llantas de aleación de 16 pulgadas con un diseño específico de cinco radios.

En el interior, hay múltiples detalles en rojo que contrastan con el color negro predominante, pero el diseño del habitáculo se mantiene prácticamente intacto respecto al resto de la gama.

La mecánica del Lada Niva Sport

El apartado mecánico es, seguramente, el aspecto que más sale beneficiado en esta variante Sport. El Lada Niva convencional solo se ofrece con un motor, un bloque 1.7 de gasolina que desarrolla 83 CV y 129 Nm, guarismos que se pueden quedar cortos en un coche de sus características.

En esta versión el propulsor es el mismo, pero el fabricante ruso ha elevado sensiblemente su rendimiento, llegando a alcanzar los 124 CV y los 151 Nm de par máximo. Además, se asocia con una caja de cambios manual de cinco velocidades que ha sido mejorada, reforzando la marcha superior, y, como es habitual, con un sistema de tracción a las cuatro ruedas.

Por último, la marca afirma que tiene una puesta a punto específica y más deportiva tanto para la suspensión como para los frenos.