La democratización del coche eléctrico será mediante los coches eléctricos baratos o no será. Ante el empuje de los modelos chinos, son muchas las marcas que están entrando en este mercado y ahora es Honda la que adelanta su apuesta para dicho segmento, un Honda N-One e: que, a grandes rasgos, es un kei-car con mecánica de cero emisiones.
Estos coches son típicos de Japón, con un tamaño muy reducido, que buscan maximizar su espacio interior y que, en sus versiones térmicas, tienen restricciones de potencia y motor. Esto, aplicado a los modelos de baterías sirve para crear urbanitas de bajo coste, así que encajan en las necesidades del Viejo Continente.
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Como es habitual en este tipo de vehículos, para compensar sus reducidas dimensiones (mide 3,4 metros de largo) su diseño se basa en formas cuadradas que amplían su habitabilidad.
El frontal es completamente vertical, con un escudo negro brillante que integra en los extremos los grupos ópticos y, en la parte central, las tomas de corriente para recargar el vehículo. Calza unas pequeñas llantas cuyo diseño recuerda vagamente a las del Honda e: original, tiene una superficie acristalada considerable y la trasera también es muy vertical, con dos faros rectangulares enmarcando el gran portón.

Que uno de sus objetivos es reducir el coste lo máximo posible es algo que queda patente en el interior, donde Honda ha apostado por la sencillez y por recortar en tecnología. Así, no hay pantalla central como es habitual, si no una consola central completamente analógica que recoge botones físicos para controlar las funciones básicas, como la climatización, y los que hacen las veces de caja de cambios.
Tampoco tiene cuadro de instrumentos digital, aunque es posible que en el mercado europeo sí lo monte, pero cuenta con un puerto para cargar el teléfono móvil (no hay carga inalámbrica). Además, la fila de asientos trasera se puede abatir en proporción 50:50, aunque la marca no ha facilitado el dato de su capacidad de maletero.
Un motor pensado para ciudad
Que es un urbanita es algo que no queda claro solo por su tamaño, también es patente en su oferta mecánica. Ésta se limita a una única opción con un motor de 64 CV y del que no se han anunciado prestaciones. Tampoco se ha concretado su batería ni su autonomía, pero rondará los 250 kilómetros. Sí se sabe que podrá cargar en corriente continua a 50 kW.
Un aspecto destacado es que tiene tecnología V2H, vehículo-a-hogar, por lo que podrá utilizarse como fuente de energía para alimentar electrodomésticos en caso de que ocurra un apagón.
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