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Javier Milei y su partido, La Libertad Avanza (LLA), han logrado un espaldarazo electoral crucial en Argentina. Hace tan solo unas horas, los resultados de las elecciones legislativas confirmaban una victoria que refuerza notablemente su posición en el Congreso. Este triunfo, que garantiza al Ejecutivo un mayor margen de maniobra para impulsar sus reformas económicas, marca un punto de inflexión decisivo en su mandato. El líder de la formación, conocido por su férrea voluntad, afronta ahora la segunda mitad de su gobierno con un respaldo popular renovado, si bien la jornada estuvo marcada por una alta abstención.
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Mastantuono, precoz en la Champions y en el coche: tiene carnet de conducir desde los 17 años No obstante, el camino hacia este éxito político no ha estado exento de sobresaltos. En las pasadas elecciones de agosto, en los comicios para legisladores de la provincia de la Provincia de Buenos Aires en los que perdió contra la oposición peronista, el Presidente fue víctima de un violento incidente que puso en riesgo su integridad. Mientras ofrecía un discurso ante sus seguidores en el popular barrio bonaerense de Lomas de Zamora, un grupo de manifestantes opuestos a su gestión comenzó a arrojar piedras, botellas y objetos contundentes contra su caravana.
Un ‘pick-up’ para hacer campaña
El momento de la agresión se produjo cuando Milei se encontraba de pie sobre la caja de un ‘pick-up’ blanco, abierta y sin protección, acompañado por su hermana Karina Milei y otros miembros de su equipo de campaña. Este vehículo, desprovisto de blindaje y utilizado habitualmente para maximizar el contacto con el público, se convirtió de repente en un blanco fácil ante los ataques.
Los proyectiles impactaron contra la carrocería y el techo, obligando al personal de seguridad presidencial a actuar con extrema celeridad. Tuvieron que evacuar de inmediato al jefe de Estado, trasladándolo a un vehículo cerrado de seguridad para escapar de la lluvia de objetos que volaban contra ellos. La imagen del presidente, cubierto por maletines de kevlar, simbolizó la extrema tensión de la política argentina.
Los otros coches de Milei
El fuerte contraste entre aquel humilde y vulnerable pick-up de campaña y los gustos automovilísticos del mandatario no puede ser mayor. El presidente Milei ha hecho público en diversas ocasiones su entusiasmo por la tecnología futurista y la figura de Elon Musk, lo que se refleja en uno de los modelos que más le apasionan: el espectacular Tesla Cybertruck.
Se trata de un vehículo que redefine por completo la estética de la camioneta tradicional y que pudo conducir junto a su hermana en la Gigafábrica de Texas, en el marco de su gira por Estados Unidos. El coche, con su perfil geométrico y vanguardista, simboliza su visión de futuro y su apuesta por el progreso tecnológico y la desregulación, valores que a menudo ha defendido.
Pasión por los deportivos
Sus amigos cercanos aseguran que siempre le encantó conducir y que le gustaban los “autos deportivos”. No en vano, en los últimos años ha sido fotografiado con un Mazda MX-5, el descapotable biplaza de la firma japonesa.
Gracias a la declaración jurada que todos los candidatos presidenciales deben cumplimentar ante la Oficina Anticorrupción, se sabe que Javier Milei posee un Peugeot RCZ y una furgoneta Mercedes-Benz Sprinter.
Dos coches presidenciales
Como presidente de Argentina, usa los coches oficiales que dejó Alberto Fernández, el presidente saliente: un Toyota Corolla y un Toyota Fortuner. El primer automóvil oficial fue un Renault S, adquirido para el presidente Julio Roca en 1904. Juan Domingo Perón introdujo los Cadillac para sus desplazamientos y Raúl Alfonsín introdujo un modelo europeo: el Renault 25 TXE Limousine.
Los últimos inquilinos del palacio presidencial han contado con diferentes marcas y modelos para sus desplazamientos. Así, Cristina Fernández de Kirchner dispuso de modelos como el Volkswagen Passat CC, el Audi A6 y el Audi A8 L. Mauricio Macri utilizó un Volkswagen Touareg, un Chrysler Town & Country, un Kia Carnival y un Mercedes-Benz Vito.
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