Honda ha utilizado el Japan Mobility Show 2025 como escenario para mostrar algo más que un prototipo llamativo. Con la EV Outlier Concept, la marca japonesa plantea una reflexión de fondo sobre el futuro de las motocicletas eléctricas, alejándose de la simple sustitución del motor de combustión por uno eléctrico para explorar nuevas sensaciones, proporciones y formas de interacción entre piloto y máquina.
El proyecto ha estado dirigido por Yuya Tsutsumi, Large Project Leader de Honda, con una premisa clara: identificar qué valores pueden lograrse solo mediante la electrificación. Bajo esa idea, la EV (Electric Vehicle) Outlier Concept no pretende ser una alternativa directa a los modelos actuales, sino el punto de partida de una posible nueva categoría de moto eléctrica, todavía sin referencias claras en el mercado.
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Aunque su diseño resulta rompedor, el proceso creativo responde a la cultura interna de Honda. Equipos de Japón y de otros mercados trabajaron de forma conjunta mediante el método Waigaya, basado en el intercambio abierto de ideas y en la eliminación de jerarquías rígidas. Este enfoque permitió cuestionar conceptos asumidos en las motos tradicionales y experimentar con nuevas proporciones, algo especialmente relevante en un segmento aún en desarrollo.

Diseño basado en tres ideas
Desde el punto de vista del diseño, la EV Outlier Concept se articula en torno a tres ideas clave: Deslizamiento, Éxtasis y Bajo. El primero describe la fluidez propia de la conducción eléctrica, con aceleraciones y transiciones suaves y silenciosas que generan una sensación de desplazamiento continuo. Éxtasis representa la respuesta inmediata y el alto par motor, que refuerzan la conexión directa entre piloto y vehículo.
El concepto Bajo se traduce en una posición de conducción muy baja, con un asiento situado a menor altura de lo habitual. Esta configuración modifica el punto de vista del piloto y la percepción de la velocidad, reforzada por un mayor volumen visual en la parte frontal.

Un respaldo envolvente ayuda a absorber las fuerzas de aceleración y permite controlar la moto mediante el movimiento del cuerpo, aportando sensaciones inéditas en una motocicleta convencional.
Tecnología futurista
La tecnología también juega un papel central. La EV Outlier Concept prescinde de retrovisores tradicionales y recurre a cámaras, integradas con un cuadro de instrumentos panorámico. La interfaz gráfica muestra datos como el ángulo de inclinación o la entrega de potencia en tiempo real, buscando profundizar en la relación entre piloto y máquina.

Esta moto no adelanta un modelo de producción concreto, pero sí deja clara la ambición de Honda en el terreno eléctrico. En un mercado todavía incipiente, el prototipo funciona como un laboratorio de ideas y como una declaración de intenciones sobre cómo la marca imagina el futuro de la movilidad en dos ruedas.
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