La autonomía es la clave de los eléctricos, y los 40 kWh de capacidad de las baterías del Zoe (el equivalente al depósito de un coche convencional) son imbatibles. Pero las cifras de la prueba están lejos de las oficiales de Renault (403 kilómetros), en parte por el exigente recorrido y también por el calor (35 a 40 grados), que obligaron a llevar conectado el aire acondicionado (22 grados). En estas condiciones, el mejor ha sido el Zoe con 292 kilómetros de autonomía en la prueba, seguido del e-Golf con 233, Ioniq con 215, i3 con 201 y Leaf con 172. Pero las cifras pueden subir hasta un 15% si no hace falta el aire acondicionado y caer otro 15% adicional en invierno si se conecta la calefacción.
La capacidad de las baterías y la eficiencia de cada modelo para optimizarlas afectan mucho a la autonomía. El recorrido de prueba incluía un 60% de conducción en ciudad y un 30% en autopistas urbanas (M-30 y M-40), realizados ambos con los programas ECO. Y el 10% restante en carretera (doble sentido) se hizo con el programa normal.
Todos los coches circularon juntos con los conductores alternándose al volante para compensar los estilos de conducción. En esas condiciones, el Hyundai logró el consumo medio más eficiente, con 14,1 kWh cada 100 kilómetros (los kWh reflejan el consumo de los eléctricos). Le siguió de cerca el Volkswagen (14,3 kWh), por delante del Renault (15,2 kWh), el BMW (15,3 kWh) y el Nissan (16,1 kW/h).
Pero los resultados variaron según los trayectos. En tráfico 100% urbano, los mejores han sido el Ioniq y el i3, seguidos del e-Golf, el Zoe y el Leaf. En autopistas urbanas dominó el Volkswagen, con el Hyundai y el BMW a continuación. Y en carretera (doble sentido), el más eficiente fue también el e-Golf, seguido del Ioniq, el Zoe, el i3 y el Leaf por detrás.
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