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Las marcas generadas por el agua que quedan después de lavar el coche son bastante comunes y pueden estar causadas por varios factores. Por ejemplo, los minerales que contiene el agua, con altos niveles de calcio y magnesio, deja residuos cuando se evapora, formando esas molestas marcas blancas.
Esto se puede agudizar si el coche queda expuesto al sol: puede hacer que el agua se evapore más rápido, dejando estos residuos minerales en la superficie.
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Un vecino deja un mensaje especial en una plaza de aparcamiento y el dueño del coche pega otra nota encima: la respuesta es oro La toalla ‘mágica’: especial para la lluvia
En internet abundan los tutoriales para no dejar estas marcas en la carrocería del coche. El siguiente vídeo del creador de contenido Diego de Bassmotor dura solo 11 segundos, pero es suficiente para dar una gran pista de algo que puede funcionar: una toalla especial, que se extiende sobre el coche recién lavado y absorbe todas las gotas sin dejar rastro. También es muy útil para los días de lluvia, que ya se hacen notar.
¿Funcionan realmente?
En el siguiente vídeo se hace una prueba para confirmar la efectividad de este método. “Fijaos qué bien está quedando. Es un accesorio realmente útil y no es caro para el servicio que da. El resultado es estupendo”, dice el autor.
¿Cuánto cuesta una toalla de secado?
En el mercado hay varias opciones, y en EL MOTOR hemos seleccionado una alternativa interesante de AliExpress. Esta toalla de microfibra de color gris para lavado de coches mide 100×40 centímetros. Lo destacable es que no tiene pelusas y es ultrasuave. “El producto corresponde a lo anunciado, tiene calidad y funcionalidad”, dice un usuario.
Líquidos hidrofóbicos para el coche
Para contribuir a que la visión a través del parabrisas sea lo más nítida posible, cuando las inclemencias del tiempo hacen su aparición, lo más indicado es recurrir a un tratamiento antilluvia. Este producto aplicado sobre la luna del automóvil repele las gotas de agua mejorando sustancialmente la visibilidad.
Esta resina hidrofóbica, que descubrieron en los años setenta dos botánicos alemanes, es un repelente de las gotas de lluvia, la nieve y el hielo. Trabaja evitando que estos fenómenos meteorológicos se adhieran a la luna y resbalen por su superficie. De hecho, una vez aplicado sobre el cristal son capaces de librarse de los limpiaparabrisas al circular a una velocidad de 80 km/h.
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