Clichés. Para todo el mundo hay, todo el mundo los sufre y todo el mundo ha tenido que luchar contra ellos en más de una ocasión. En España el flamenco, la paella y los toros, en Francia las baguettes y en Rusia el Vodka. Y podríamos seguir horas y horas.
Por si se quedará corto, podemos añadir algunos más, esta vez relacionados con la conducción. Según un estudio de HTMBoxes, el análisis de varias ciudades españolas ha arrojado unos interesantes resultados. Ya nos diréis si estáis de acuerdo con ellos.
Empezamos con la capital, Madrid. De ella se dice que es una de las ciudades españolas con más tráfico, por lo que “que los conductores que circulan por sus vías están muy acostumbrados a ‘lidiar’ cada día con un ritmo frenético y denso”. En consecuencia sea da una conducción “agresiva y con velocidad. Está implantada la ‘ley del más fuerte’ en las rotondas y giros, y la distancia de seguridad no suele ser un bien a respetar”.
Pasamos a Barcelona. De la ciudad condal se comenta que compensa su densidad de tráfico con un gran número de motocicletas. “Una de las principales características que definen el tipo de conducción es la velocidad. Sin embargo, esta velocidad se “subsana” con un mayor uso del intermitente, es decir, que los conductores barceloneses suelen avisar de cuál es su intención”.
Y terminamos con Valencia, que está en el lado opuesto ya que “los valencianos han olvidado para qué sirve el intermitente. Los conductores de esta ciudad no suelen utilizarlo, con lo que la máxima es la intuición de lo que va a hacer el otro. Tampoco son grandes amigos de las rotondas, lugares en los que se suelen originar algún que otro caos”.
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