Tardaba mucho Hyundai en sumarse a la tendencia de los coches híbridos y, ahora que se ha decidido, parece dispuesta a atacar de manera frontal al pionero del grupo, el Toyota Prius. La marca acaba de presentar el IONIQ una berlina que conoceremos primero como híbrido normal y más tarde como híbrido enchufable y vehículo 100% eléctrico.
Pero no adelantemos acontecimientos y centrémonos en lo que a día de hoy es una realidad.
En cualquier vehículo de estas características una de las prioridades es hacerlo lo más eficiente posible, algo que se consigue por varios caminos. El primero es reducir el peso, algo que el IONIQ busca con una nueva plataforma hecha de acero de alta resistencia y aluminio. El segundo es optimizar la aerodinámica, algo que queda patente en varios elementos del diseño, como los nervios laterales o las llantas, y que le confiere un coeficiente aerodinámico de 0,24. Además, en este tipo de configuraciones es importante el reparto de pesos adicional que suponen los motores eléctricos o las baterías, que en este caso están los más abajo y adelantadas posible.
En cuanto a imagen, los coreanos no se han arriesgado en exceso y presentan una berlina sobria, con una parrilla más grande de lo que nos tienen acostumbrados, superficies lisas y una zaga en la que lo más destacado es la doble luneta trasera. Se podrá elegir en nueve colores y el habitáculo estará disponible en tres acabados
Mecánicamente combina un bloque Kappa 1.6 GDi de 105 CV con uno eléctrico de 47. Se combinan con una transmisión automática de doble embrague. Por el momento no se han revelado ni prestaciones ni consumos.
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