El poderío del Audi RS5 ya se presentó en formato Coupé hace más o menos un año, pero la marca de los cuatro aros ha querido potenciar su versatilidad sumando a su oferta el Audi RS5 Sportback, sobre todo para aquellos mercados en los que no disfrutan del RS4 Avant.
La premisa es la misma que en el cupé, solo que aplicada a una carrocería de cinco puertas. Esto, que en teoría debería disminuir la deportividad del conjunto, en realidad no es así, puesto que su alargada silueta es igual de musculosa y presenta detalles muy agresivos, como los pasos de rueda ensanchados (+15 mm), una altura de la carrocería rebajada en siete milímetros, las enormes llantas y una parrilla y entradas de aire acabadas en negro y con numerosos insertos de fibra de carbono.
El habitáculo transmite la misma sensación de deportividad gracias al volante RS, los asientos tapizados en Nappa, las costuras de contraste rojas, los apliques de carbono en el salpicadero, las puertas y las columna central y, como colofón, el modo específico para el Audi Virtual Cockpit.
Su corazón es el mismo que el de su hermano, un bloque 2.9 V6 TFSI biturbo de 450 CV de potencia y 600 Nm de par máximo que se asocia con una caja de cambios tiptronic de ocho relaciones y con el habitual sistema de tracción integral quattro, que distribuye la fuerza en proporción 40:60 entre ambos ejes, pudiendo mandar hasta el 85% al delantero y el 80% al trasero. Hace el 0-100 km/h en menos de cuatro segundos y alcanza hasta 280 km/h de velocidad punta.
Aunque a priori el Audi RS5 Sportback se ha presentado como una novedad para los mercados estadounidense y canadiense, es probable que también salga a la venta en Europa.
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