En mayo se desveló la nueva limusina de Vladimir Putin, el coche presidencial que en realidad forma parte del Proyecto Kortezh, que resultará en otros vehículos para el presidente (entre ellos un SUV). Ahora se ha desvelado la versión civil del modelo, el Aurus Senat, en el Salón de Moscú. Se trata de una berlina de lujo que no intenta ni siquiera disimular su inspiración en Rolls-Royce. En principio es un modelo que mide 5.630 milímetros de largo y que tiene una distancia entre ejes de 3.000 milímetros, aunque solo se trata de la variante corta, ya que más adelante se sumará a la gama una de mayor tamaño, cuya longitud alcanzará los 6.630 milímetros y su batalla los 4.300 milímetros.
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Tanto una como otra compartirán los mismos elementos estéticos, con un diseño que bastante sobrio y con aplomo. Predominan las formas rectangulares y la horizontalidad, además de ciertas zonas donde el homenaje a Rolls-Royce podría considerarse casi plagio, como es el conjunto frontal, con la enorme parrilla vertical, los faros y las entradas de aire del paragolpes.
En el habitáculo se encuentra el lujo que cabría esperar, con materiales de primera calidad como el cuero, la madera y el aluminio; los asientos recogen mucho a los ocupantes gracias a los apoyos laterales y el salpicadero está presidido por una enorme pantalla doble, una para el cuadro de instrumentos digital y otra para la consola.
En materia mecánica, el Aurus Senat se puede elegir con dos motores. El pequeño es un V8 de 4,4 litros que desarrolla 598 CV y se combina con una caja de cambios automática de nueve marchas, acelerando de 0 a 100 km/h en unos 9 segundos. Por encima está el 6.6 V12 de 860 CV.
Ya se ha comenzado a fabricar y está previsto que en 2019 se entreguen sus primeras 150 unidades, aunque la marca rusa busca una producción anual de 10.000 ejemplares. No se ha concretado su precio salvo para decir que será un 20% inferior al de modelos rivales de otras marcas de lujo.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.