Una BMW R 18 Transcontinental firmada por el papa León XIV ha sido subastada en Mónaco por la impresionante cifra de 156.000 euros. El evento, organizado por RM Sotheby’s, ha superado todas las expectativas, convirtiendo una motocicleta en un instrumento de ayuda humanitaria. El dinero recaudado será destinado a Missio Austria, organización vinculada a las Obras Misionales Pontificias, para construir una escuela para niños en Madagascar.
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El papa León XIV, nacido como Robert Francis Prevost en Chicago, fue elegido el 8 de mayo de este mismo año como el 267º pontífice de la Iglesia Católica, marcando un hito histórico al convertirse en el primer papa estadounidense. Con una profunda trayectoria pastoral en Perú y una sólida formación académica, León XIV representa una figura de encuentro entre tradición y renovación. Su pontificado se perfila como una llamada al diálogo, la unidad y la justicia social, inspirado en los legados de León I y León XIII.

De Alemania al Vaticano
La historia comenzó en septiembre de 2025, cuando el grupo motero ‘Jesus Bikers’ recorrió más de mil kilómetros desde Alemania hasta Roma para entregar la moto al Pontífice. En una ceremonia celebrada en la Plaza de San Pedro, el Papa bendijo y firmó el depósito de combustible de la motocicleta, transformándola en una pieza única. Posteriormente, la moto fue expuesta en el BMW Welt de Múnich antes de ser subastada.

Una cruiser con alma papal
La BMW R 18 Transcontinental es una motocicleta de gran turismo con un diseño clásico y robusto. Equipada con el motor Big Boxer de 1.802cc, ofrece 91 CV a 4.750 rpm y un par motor de 163 Nm. Su peso supera los 420 kg, lo que la convierte en una rutera imponente, ideal para largos trayectos por autopista. Esta unidad, sin embargo, fue personalizada por el taller alemán Motorrad Witzel, con detalles únicos como el color Witzel Mystikweiß Brillant, inspirado en el papamóvil, y un asiento de cuero blanco.

Más que una moto
La subasta no solo ha sido un éxito económico, sino también simbólico. En un mercado donde el valor suele estar en la exclusividad técnica, esta BMW ha demostrado que la historia y el propósito pueden valer más que cualquier edición limitada. Como dijo Markus Flasch, CEO de BMW Motorrad: “Lo que parecía una idea descabellada se ha convertido en un evento benéfico extraordinario”. En definitiva, esta BMW no se va a quedar en un garaje, sino que va a ayudar a mejorar el futuro de muchos niños.
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