A la americana o, más concretamente, a la estadounidense. Si las industrias europea y asiática apuestan por lanzar motores más pequeños, pero equipados con turbo para mantener buena potencia y prestaciones, en EE UU se siguen recurriendo a ampliar la cilindrada para ganar poderío mecánico.
Así, al menos, lo ha hecho Chevrolet con su último propulsor V8 de gasolina, un bloque enorme que rompe las fronteras conocidas hasta ahora en estas grandes motorizaciones.
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Y es que pasa de 10 litros de cilindrada y 1.000 CV de potencia, llegando, en concreto, a 10.300cc y 1.004 CV.
Estas dimensiones multiplican en hasta seis veces el tamaño de los motores normales, que llevan los coches más comerciales (suelen oscilar entre 1.600cc y 2.000cc), y parece más apropiado para un camión que para un automóvil.
El fabricante estadounidense utilizará la nueva mecánica en vehículos de competición, pero también podría instalarse en las versiones más radicales de icónicos modelos de calle, como los Corvette y Camaro.
Chevrolet comercializa, por ejemplo, una versión del Camaro denominada Copo que está diseñada para realizar carreras de aceleración o drag racing, una disciplina automovilística de gran popularidad en EE UU. Y este nuevo motor podrá instalarse en el modelo, superando de largo al actual de 9.400cc, y asegurando, con su enorme potencial, que el coche haga caballitos como una moto.
La potencia de 1.004 CV llega a solo 6.600 revoluciones, y el límite de revoluciones se ha fijado en 7.000 vueltas. Además, desarrolla un par o fuerza de empuje brutal de casi 1.200 Nm a 5.600 rpm. Recibe la denominación interna de ZZ632/1000 y, según la marca, soportará sin problemas más de 200 maniobras de aceleración extrema.
El nuevo motor se presentará en el Salón de las Vegas, el SEMA Show, que se celebrará del 2 a 5 de noviembre. Y las primeras entregas se producirán en los inicios de 2022.
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