Las 5 claves del nuevo Scénic: también quiere parecer un SUV

La adaptación es la clave de la supervivencia. Esta máxima de Charles Darwin, el famoso naturalista británico autor de El origen de las especies, sirve para explicar la evolución que Renault ha aplicado en el nuevo Scénic. Este modelo fue el primer monovolumen compacto del mercado, y es también el primero en evolucionar su concepto para tratar de paliar la caída de ventas que sufren estos coches por el éxito de los todoterrenos.

El cambio es claro y se focaliza en el diseño, que presenta ahora un estilo similar al de los SUV para tratar de recuperar el favor de las familias. Pero la transformación no se reduce a la estética, si no que se completa con mejoras en espacio, calidad, consumo y tecnología, e incluye también, como no, algún aspecto discutible.

1. ESTÉTICA SUV
Adiós al aspecto de monovolumen clásico. El nuevo Scénic, tanto en su variante de cinco plazas como en la de siete, presenta ahora una silueta más moderna y atractiva. El techo en distinto color que la carrocería, el corte ascendente de la base de las ventanillas y otros detalles, como las grandes llantas de 20 pulgadas y la mayor altura libre al suelo, remiten al mundo SUV y confieren a los dos modelos una imagen diferente, alejada de las arquitecturas cuadradas habituales en los monovolúmenes. El Scénic parece un Captur a escala ampliada, mientras que el Grand Scénic recuerda al Espace. Y los dos entran por los ojos mejor que antes.

2. MÁS ESPACIO Y CALIDAD
Ambos vehículos son más grandes y ganan habitabilidad. El nuevo Scénic mide 4,40 metros de longitud, cuatro centímetros más, y el Grand Scénic llega a 4,63 metros, por lo que crece seis. Tienen también una anchura superior, y el resultado se aprecia por dentro, especialmente al viajar tres personas atrás, que irán más holgadas.

La zona de carga llega ahora a 506 litros en el Scénic (437 antes) y a 718 en su hermano mayor (564). La mayor amplitud se viste además con acabados y materiales más cuidados, y el salpicadero recoge las líneas maestras ya vistas en los Espace y Mégane (instrumentación digital, pantalla central estilo tableta), que actualizan su presentación.

3. SOLUCIONES PRÁCTICAS
Cambian de traje pero mantienen casi todos los detalles prácticos de siempre y añaden alguno más. Repartidos por la cabina hay muchos huecos para objetos (suman 63 litros de volumen), cortinillas en las ventanas traseras laterales, mesitas en los respaldos y soluciones útiles como la consola central deslizable y la fila trasera corredera (ambas de serie), que se puede adelantar para ampliar el maletero.

Además, ahora se pueden plegar los asientos desde la zona de carga e incluso desde la pantalla central. Abatiendo la butaca del copiloto caben bultos de 2,6 metros de largo en el nuevo Scénic y de hasta 2,8 en el Grand Scénic. Y tampoco faltan las tomas de 12 voltios y los puertos USB. La guantera, por su parte, copia la idea estrenada por el Captur: sale como un cajón y destaca por su capacidad.

4. MOTORES MEJORADOS, Y UN HÍBRIDO
Todos los propulsores ofrecen consumos oficiales inferiores. Hay dos 1.2 TCe o turbo de gasolina, con 115 y 130 CV (5,8 litros de gasto medio homologado en ambos) y cuatro turbodiésel, los 1.5 dCi de 95 y 110 CV (3,9 litros) y 1.6 dCi de 130 y 160 CV (4,5 litros). La mayoría vienen de serie con cambio manual de seis marchas, salvo el dCi de 160 CV, asociado siempre a un automático EDC de doble embrague y seis relaciones, y el dCi de 110, que está también disponible con una nueva caja EDC de siete marchas.

Pero la gran novedad es una versión de este último, denominada dCi 110 Hybrid Assist, que cuenta con un pequeño motor eléctrico de apoyo (10 kw, unos 13,6 CV) y funciona como un turbo, ayudando a mejorar la respuesta y, al mismo tiempo, a redujcir el consumo. Esta variante, de hecho, anuncia el menor gasto oficial de la gama: 3,5 litros de promedio (en torno a 5,5 litros en los recorridos de prueba realizados).

Al volante resultan cómodos y silenciosos en términos generales y pueden incluir funciones de confort como el aparcamiento automático y nuevos equipamientos de seguridad electrónica como la frenada automática de emergencia en ciudad (de serie), la ayuda al guiado por el carril (aplica correcciones en la dirección), los retrovisores inteligentes, que alertan de la presencia de vehículos a los lados, y hasta luces largas automáticas, que se conectan y desconectan solas.

5. LOS DETALLES MEJORABLES
El nuevo Scénic presenta también algunos aspectos controvertidos. Para empezar, las llantas de 20 pulgadas mejoran la imagen, pero se asocian a una única medida de neumáticos, de 195 de sección, que no existe en el mercado. Renault asegura que la disponibilidad está garantizada, porque ha firmado acuerdos con tres proveedores diferentes para que las fabriquen en exclusiva y, antes de que salgan los modelos, habrá unidades de recambio disponibles en toda la red. Y el precio tampoco debería suponer un problema, porque la marca anuncia que será el mismo que el de una cubierta de la misma medida en llanta de 17 pulgadas.

Sin embargo, su tamaño impide contar con una rueda de repuesto normal a bordo, que pasa a ser de emergencia, y la suma de las llantas y la mayor altura libre al suelo han obligado a endurecer un poco la suspensión que, sin llegar a ser incómoda, si se muestra quizá demasiado firme en terreno rizado o ante los badenes de reducción de velocidad de las ciudades.

Los tres asientos individuales de la segunda fila ya no están disponibles y han dejado paso a una banqueta corrida convencional, menos flexible a la hora de repartir el espacio. Y los cambios automáticos no tienen levas para seleccionar marchas desde el volante.

El Scénic y el Grand Scénic llegarán a España a la vez, en la segunda quincena de noviembre. El primero se venderá desde unos 19.000 euros, mientras que el más grande costará unos 1.500 euros más. Son precios anunciados por el fabricante pero pendientes de concrección, aunque no se esperan cambios.