Este lunes, la mayoría de los focos apuntan a Estados Unidos y, concretamente, a Washington. Cuando en España sean las 16:30 y allí mediodía, Donald Trump asumirá el poder como 47º presidente de Estados Unidos en una ceremonia que se celebrará dentro del Capitolio debido a las bajas temperaturas.
Donald Trump es un apasionado del motor desde la juventud y su garaje está integrado por vehículos de lujo: no pierde el tiempo con utilitarios. Su colección no es excesivamente grande, pero sí muy selectiva.
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El garaje de Donald Trump
El 47º presidente de EEUU fue uno de los primeros estadounidenses en conducir un Mercedes-Benz SLR McLaren, el primero en probar un Audi A8 y el primer propietario de un Cadillac XLR-V descapotable.
Por su garaje ha pasado un Rolls-Royce Silver Cloud de los años 50 o un Maybach 57S. También un Chevrolet Camaro Indianápolis 500 Pace Car: fue un exclusivo regalo, ya que sólo fabricaron 500 unidades.

A esta lista hay que añadir un Rolls-Royce Phantom, un Mercedes-Benz S600, un Bentley Continental GT, un Cadillac Escalade, un Tesla Roadster y varios Ferrari: uno de ellos, el F430, lo subastó en 2011 por 250.000 euros.
En su momento, se hizo con un Honda NSX para Marla Maples, su exmujer: se deshizo de él tras el divorcio. A Melania le regaló un vehículo más exclusivo: un Mercedes-Benz SLR McLaren.

El Lamborghini Diablo VT Roadster
Eso sí, el modelo más especial que ha pasado por el garaje de Donald Trump ha sido el Lamborghini Diablo VT Roadster. El presidente de EEUU tenía una relación bastante estrecha con la marca italiana y le cedió varios ejemplares para uso promocional.
Por ello, cuando Donald Trump decidió comprar uno, Lamborghini le permitió personalizarlo con opciones que no estaban disponibles para el resto de los compradores.

No en vano, es el único Lamborghini Diablo VT Roadster de los 132 fabricados cuya carrocería luce el color Blu Le Mans. No es el único detalle que lo diferencia del resto de la producción: también cuenta en el interior con una placa en la que se lee ‘Donald Trump 1997 Diablo’.
Lo tuvo en propiedad hasta 2002, momento en el que lo vendió y desde entonces el deportivo italiano ha tenido varios dueños.
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