Las ventajas para los coches eléctricos debido a la rebajas impositivas están empezando a desaparecer. En el Reino Unido, comenzarán a pagar los mismos impuestos que los coches de combustión interna a partir de la primavera de 2025. Además, se están planteando también recortar las ayudas a la compra. Una medida que podría ser aplicada en otros países de Europa.
Con esta decisión, el Gobierno británico prevé ir equiparando en materia impositiva los coches sin emisiones a los de combustión interna, cuya venta se prohibirá a partir de 2035 en todos los estados de la Unión Europea.
Impuesto de circulación
La primera medida anunciada por el titular de Hacienda del Gobierno de Downing Street, Jeremy Hunt, es comenzar a cobrar el impuesto de circulación a todos los vehículos eléctricos (hasta ahora exentos) a partir de la primavera de 2025.
Según las previsiones de la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria (OBR), en el año 2025 la mitad de los automóviles nuevos serán eléctricos. Entonces, para hacer más justo el sistema de impuestos, comenzarán a pagar el impuesto de circulación.
Ya se han empezado a oír voces discordantes en contra de la medida. Muchos expertos del sector de la automoción han puesto el grito en el cielo al considerar que la aplicación de este impuesto retrasará la transición hacia la electrificación total del parque automovilístico.
Voces a favor y en contra
Por ejemplo, Ian Plummer, director del grupo AutoTrader, empresa especializada en la venta de coches que cotiza en bolsa, considera que la presión fiscal “va a alejar a los compradores potenciales de los vehículos eléctricos. Además, unido a las altas facturas de la electricidad de los últimos tiempos, van a erosionar aún más la ventaja competitiva de la que disponían estos vehículos”.
A su vez, la Asociación de Gobiernos Locales del Reino Unido da la bienvenida a la medida. David Renard, su portavoz, manifestó: “Aunque son mucho menos dañinos para el medioambiente que los automóviles de gasolina o diésel, los vehículos eléctricos también contribuyen a las emisiones de carbono, la congestión y el desgaste en nuestras carreteras. Es justo entonces que los compradores de esos vehículos ayuden a asumir esos costes adicionales”.
Caídas de ingresos
Los críticos del Gobierno del primer ministro, Rishi Sunak, han alzado la voz contra la medida al considerar que no es más que un parche para maquillar la caída de ingresos en los presupuestos de los próximos ejercicios. Así, consideran que tanto este ejecutivo como los anteriores no calibraron bien la caída de ingresos ligada a los vehículos térmicos al subvencionar los eléctricos.
Los automóviles de combustión tampoco se van a librar de las subidas de impuestos. A partir de 2023 se va a gravar el combustible con un aumento planificado para el mes de marzo que podría agregar 12 peniques (13 céntimos de euro) por litro a los costos actuales de gasolina y diésel.
El impuesto sobre el combustible deja en las arcas del estado alrededor de 35.000 millones de libras anuales (40.000 millones de euros), pero se pronostica que esa cifra caerá bruscamente en los próximos años con la transición hacia los vehículos eléctricos. Por eso, los funcionarios del Estado están demandando nuevas fuentes de ingresos.
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