La llegada de aire marítimo polar y de un frente frío están provocando un descenso en la cota de nieve. Este fenómeno pone en jaque a los conductores. No solo afecta a la adherencia de los neumáticos al asfalto. También puede llegar a atrapar el vehículo e impedir que el conductor continúe la marcha, al igual que sucede cuando el coche se queda atascado en el barro.
Pese a que remolcar un vehículo cuando nieva o hay nieve en la carretera está prohibido, si hay algún conductor en apuros es posible echar una mano para ayudarle a salir. Igualmente, la multa de 500 euros por remolcar un coche sin un vehículo destinado para ello contempla estos escenarios como excepción.
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Eso sí, hay que tener cuidado con cómo se remolca un coche, ya que de enganchar mal la cadena o traccionar de manera equivocada se pueden provocar destrozos importantes e, incluso, llegar a arrancar la parte delantera del vehículo remolcado.
Remolcar un coche, paso a paso
Varios expertos del sector de la automoción ofrecen consejos sobre qué hacer si el coche queda atrapado en la nieve. Por ejemplo, se puede intentar balancearlo hacia atrás y hacia adelante de manera repetitiva utilizando la marcha atrás y la segunda marcha. Así, generando esta inercia, quizás el coche salga si no está muy atascado.
En el caso de que este gesto sea inservible, hay varias indicaciones sobre cómo remolcar un coche atrapado por la nieve. Lo primero que hay que hacer es enganchar las cuerdas de manera adecuada, a un punto catalogado como de remolque. No hay que atar las cuerdas ni a la parrilla del coche ni al paragolpes, ya que no son zonas preparadas para sufrir este tipo de tensión. De hacerlo, se podrían causar graves daños.
Una vez que las cuerdas están bien colocadas, lo más aconsejable es que el vehículo tractor acelere con mucho cuidado. Hay que tensar primero la cuerda de remolque y después ir acelerando despacio para ir tirando del coche atascado. Si se acelera bruscamente, la cuerda de remolque se puede incluso partir.
Por supuesto, es importante dejar el coche remolcado en punto muerto, con el motor apagado y con el freno de mano quitado. Un truco extra para remolcar un coche atascado en la nieve es, si se dispone de un gato, levantar ligeramente las ruedas motrices. Solo es necesario dejar un ligero margen para deslizar unas alfombrillas entre la rueda y la nieve. Así, se reduce la pérdida de adherencia del neumático.
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Graduada en Periodismo por la Universidad de Zaragoza, su primer contacto con el mundo del motor fue en los mundiales de MotoGP y Superbikes. Dio el salto al periodismo de motor hace cinco años y, desde entonces, sigue todo lo que tenga ruedas, especialmente si es made in Italy.