La DGT saca los alcoholímetros a la carretera hasta el domingo 8 de agosto. En una nueva campaña específica, la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil intensificará la vigilancia sobre aquellos conductores que consumen alcohol, drogas o psicofármacos al volante: algunas de estas sustancias, o todas ellas, estaban presentes en casi la mitad de loa automovilistas fallecidos en accidente el año pasado.
Tráfico creará puntos de control en la carretera “a cualquier hora del día”, y asimismo espera la colaboración de las ciudades de más de 25.000 habitantes para que se sumen a la campaña en los cascos urbanos.
La alcoholemia no es un problema generalizado entre los conductores (en 2019 se realizaron 5,3 millones de controles, con un 1,23% de positivos, según datos de Tráfico), pero sí es un factor clave en la siniestralidad vial: aparece en casi un tercio de los accidentes con fallecidos.
La memoria 2020 del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses (INTCF) muestra varios datos significativos. De los 597 conductores fallecidos en un siniestro vial (y sometidos a una autopsia), el 48,7% dieron positivo en alcohol, drogas o psicofármacos, con un aumento respecto a 2020 del 3,2%. El alcohol fue la sustancia más consumida (presente en el 20,1% de los automovilistas), y además en mucha cantidad: en casi ocho de cada diez casos, la tasa de alcoholemia fue igual o superior a a 1,2 gramos por cada litro de sangre, cuando la tasa permitida es de 0,5 gramos. En el alcoholímetro, el límite legal es de 0,25 miligramos por litro de aire espirado.
También es alta la presencia de drogas entre los conductores fallecidos (en un 20,1% de ellos), mientras que los psicofármacos dejaron rastro en el 13,4% de los conductores, según los registros del INTCF. En conjunto, el número de positivos ha aumentado un 6,2% en los últimos diez años. Los datos constatan asimismo que el riesgo no solo existe entre quienes se ponen al volante, ya que de los 136 peatones fallecidos y sometidos a autopsia en 2020, el 41,2% arrojaron resultados positivos.
Sanciones
Para evitar una sanción, en un control no se pueden superar en el alcoholímetro los 0,25 mg/l (0,15 para conductores noveles o profesionales). Además del riesgo al que se expone el conductor y el resto de usuario de la vía, las multas no son bajas.
- Más de 0,25 mg/l y hasta 0,50 mg/l: 500 euros y 4 puntos.
- Más de 0,50 mg/l: 1.000 euros y 6 puntos.
- Más de 0,60 mg/l: Se considera delito y la pena es de prisión de tres a seis meses o multa de seis a doce meses o trabajos en beneficio de la comunidad de 30 a 90 días, y privación del derecho a conducir de uno hasta cuatro años.
- Reincidentes: 1.000 euros y 4 o 6 puntos (dependiendo de la tasa). Se considera reincidentes a quienes hayan dado positivo en un control realizado en el mismo año o en el inmediatamente anterior.
- Negativa a someterse a la prueba: Prisión de seis meses a un año y privación del derecho a conducir de uno a cuatro años.
Respecto a las drogas, conducir con su presencia en el organismo está castigado con 1.000 euros de multa y la retirada de seis puntos en el carnet de conducir. Si el agente considera que el automovilista conduce “bajo la influencia de drogas tóxicas, estupefacientes o sustancias psicotrópicas”, se considera delito y la pena es de prisión de tres a seis meses o multa de seis a doce meses o trabajos en beneficio de la comunidad de 30 a 90 días, y privación del derecho a conducir de uno hasta cuatro años. La negativa a someterse a la prueba tiene el mismo castigo penal que en el caso del test de alcoholemia.
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