Tras la presentación del Buick Avista en el Salón de Detroit y el anuncio del Opel GT Concept para Ginebra, a todos nos vino a la mente si no estábamos ante la variante de cuasi-producción del Opel Monza que conocimos hace ya un tiempo. Sin embargo, la marca ha desvelado su prototipo antes de la cita ginebrina, y nos ha sorprendido a todos.
No en lo de seguir al Monza, del que es claro heredero, sino en lo de acercarse a un modelo de serie. Estamos ante un modelo que, si bien podría derivar en un biplaza de producción (cruzamos los dedos por ello), todavía presenta una imagen muy conceptual.
Claro ejemplo de ello son los neumáticos delanteros rojos, la línea del mismo color que recorre los laterales o, como elemento destacado, las puertas. Estas al abrirse basculan hacia dentro dejando a la vista las ruedas delanteras y llama la atención que no cuenten con ventanilla tradicional, sino que el cristal está tintado e integrado en la puerta, de manera que desde fuera parece carrocería y desde dentro son traslúcidos. Ahora bien, no hay tiradores por ningún lado, ¿cómo se abren? Con un panel táctil situado en la franja roja.
En cuanto a la línea general de diseño, a pesar de ciertas licencias, es fácilmente trasladable a un modelo de calle. El frontal presenta una parrilla fina y alargada, con listones cromados que llevan a los faros LED; los pasos de rueda abultan el capó en un tono ligeramente retro y la vista lateral es realmente atlética. Como culmen, la zaga es bastante minimalista, dejando el protagonismo a los pilotos traseros y a una salida de escape central doble.
Para moverlo Opel ha optado por un motor conocido usado en sus compactos (Adam, Corsa y Astra): un pequeño 1.0 tricilíndrico turboalimentado que desarrolla145 CV y 205 Nm de par. Puede no parecer mucho, pero dado que el GT Concept pesa menos de 1.000 kg, lo lleva de 0 a 100 en ocho segundos y hasta los 215 km/h de punta.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.