Llegó fin de año y, con ello, las cenas familiares que incluyen muchas veces algunas copas de más. Ginebra, ron, whisky, vino, cerveza… son sólo algunas de las bebidas que se pueden encontrar en una carta de alcoholes. Todas ellas con diferentes ingredientes y medidas, y por lo mismo, con distintos procesos en los efectos del cuerpo.
Antes de responder la pregunta de si el tiempo de absorción del alcohol varía en función de la bebida consumida, es necesario aclarar algunos puntos.
¿Cuánto dura el alcohol en la sangre?
En relación a cuánto dura el alcohol en el cuerpo, en general es entre 10 a 19 horas, pero dependerá de muchos factores; entre ellos, el tipo de bebida y la ingesta de alimentos.
“Una persona con un nivel de alcoholemia de 1 g/l puede necesitar entre seis y 10 horas para que su nivel de alcoholemia baje del nivel máximo permitido. Aún por debajo del límite legal, el riesgo de accidente puede verse ya incrementado. Por ello, lo mejor es evitar conducir después de haber consumido cualquier cantidad de alcohol. La única tasa realmente segura es 0,0 g/l”, señala la DGT.
¿Qué factores influyen?
Un punto clave que influye en los efectos del alcohol es la ingesta de alimentos. Es decir, la presencia de comida en el estómago retrasa los efectos de las bebidas porque llegan más lento al intestino delgado. Incluso, un estómago lleno puede reducir un 25% la concentración de alcohol.
Por el contrario, un estómago vacío absorbe más rápido. De la misma manera sucede con el consumo de agua. Hay también factores genéticos (capacidad para metabolizar el metanol), el sexo (afecta más a las mujeres), la edad y la rapidez cuando se bebe, entre otros.
La absorción varía según la bebida
Con estos antecedentes, la respuesta a si es el tiempo de absorción del alcohol varía en función de la bebida consumida es afirmativa. Es más, los destilados son las bebidas que más rápido se absorben y la mezcla con bebidas gaseosas con azúcar acelera el incremento de niveles de alcohol.
Esto pasa por el nivel de concentración de alcohol en los distintos tipos de bebidas (grado de etanol). Por ejemplo, el vino tiene un 20% y la cerveza entre 3 y 8 % por ejemplo.
Lo que tienen en común todas las bebidas alcohólicas es que se crean a partir de procesos de frutas o granos.
Por su parte, el destilado, tal como lo indica su nombre, se produce a través de la destilación de una bebida fermentada previamente. El proceso es repetitivo y dentro de esto se pueden añadir ingredientes para darle sabor.
Mientras, bebidas como el vino, la cerveza, el champán, la sidra o el vermut son las que logran la fermentación a través de un proceso con azúcar o cereal y se convierten en alcohol gracias a una reacción química generada por la levadura.
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Periodista especializada en marketing digital. Comenzó su carrera en televisión en Chile y de allí dio el salto a la prensa. En Diario As, de Prisa Media, se especializó en SEO, con la creación de contenido estratégico y optimización web, para llegar a Prisa Motor.