De día era un taller de desguace ilegal y de noche incumplía la ley aún más: sorpresa para la policía de Barbastro

El local no solo sorprendió a los vecinos y a la Policía Local de Barbastro por funcionar como un taller ilegal. Si bien de día actuaba como tal, de noche tenía otra funcionalidad muy distinta. No había ninguna relación con coches ni con un taller mecánico.

Fue el ruido detectado por los vecinos del sector lo que hizo descubrir el cometido real de aquella nave.

Más que un taller ilegal

La Policía Local de Barbastro, provincia de Huesca, en colaboración con el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (SEPRONA), ha descubierto (y de paso clausurado) un taller clandestino de desguace de vehículos que funcionaba en una nave industrial del municipio.

Las instalaciones ocupaban varios locales de un polígono industrial de Barbastro y la investigación se inició tras las denuncias de varios particulares preocupados por el ruido generado por estas actividades ilícitas. Y las sospechas tenían sentido.

En el lugar desmontaban todo tipo de vehículos para posteriormente vender sus piezas por internet como repuestos. Pero eso no era todo. Los ruidos más llamativos eran los nocturnos, pues en la misma propiedad se celebraban fiestas ilegales de música electrónica.

El taller fue clausurado, ya que los propietarios carecían de los permisos necesarios para desarrollar tanto las tareas de desguace como las raves, lo que resultó en denuncias por incumplimiento de normativas de ruido y medio ambiente.

Además de las molestias causadas por los ruidos, los agentes observaron también que los trabajadores se exponían a los riesgos propios de un taller y sin cumplir las medidas de seguridad necesarias.

¿Cómo saber si un taller mecánico es legal?

A simple vista un taller ilegal no se diferencia especialmente de uno legal, por eso es importante detectar con anterioridad —antes dejar el coche en sus dependencias— esta serie de evidencias que aportan desde la Confederación Española de Talleres de Reparación de Automóviles y Afines (CETRAA).

• Los talleres ilegales no tienen la placa identificativa concedida por la Consejería de Industria y que es obligatorio exponer a la entrada del establecimiento.

• El cliente de un taller ilegal nunca recibirá un presupuesto por escrito ni una factura que garantice los trabajos realizados en su vehículo.
• Aunque el taller tenga unas instalaciones que parezcan reglamentarias, la carencia de carteles informativos concernientes a los precios de la mano de obra, horarios, derechos de los usuarios y otros documentos legales, es por sí solo un indicativo bastante fiable de que se encuentra ante un taller ilegal.
• Los talleres ilegales suelen ser locales donde se trabaja a puerta cerrada. Pueden llegar a estar ubicados en garajes de chalets y domicilios particulares, cuando no efectúan las reparaciones en la calle o en un descampado.
• Aunque por sí solo este dato no es una pista, conviene saber que la mayoría de los talleres clandestinos están ubicados en las afueras de las ciudades y en zonas rurales.