Las cámaras van a estar pendientes del cinturón de seguridad: la Dirección General de Tráfico (DGT) ha puesto en funcionamiento este lunes las primeras 50 cámaras que controlarán el uso de este dispositivo en carretera. Estarán ubicadas tanto en vías secundarias como en autovías y, por el momento, serán solo de control y no de sanción.
Cuando estén a pleno funcionamiento, las cámaras captarán las imágenes y la multa se procesará como en los casos de exceso de velocidad, es decir, notificación por escrito y fotografía a modo de prueba. La sanción, tipificada como grave, se traduce en 200 euros y (en el caso de los conductores) en la retirada de tres puntos del carnet. Durante los dos primeros meses, sin embargo, los infractores solo recibirán la notificación y no serán multados.
Viajar sin cinturón de seguridad es la segunda mayor causa de muerte en carretera, según la Comisión Europea, después del exceso de velocidad y por delante del alcohol al volante. Durante 2016, el 23% de los ocupantes de turismos fallecidos en España en accidente de tráfico no llevaban este dispositivo en el momento del siniestro.
Por esa razón, durante esta semana, coincidiendo con el estreno de los nuevos radares, la DGT va a intensificar la vigilancia del uso de los dispositivos de retención, tanto los cinturones de seguridad como las sillas infantiles homologadas. A los controles a pie de carretera de la Guardia Civil se sumarán la vigilancia desde el aire de los helicópteros Pegasus.
Posteriormente, y de forma progresiva, durante los próximos meses entrarán en funcionamiento el resto de cámaras hasta completar las 227 previstas tanto en vías convencionales (60%) como en las de alta capacidad, y cuya localización se puede consultar en la DGT.
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