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Los SUV dominan el mercado, pero su entrada en él no fue sencilla. Se les juzgaba por ser un “sí pero no” de los todoterrenos, vehículos voluminosos pero que a la hora de la verdad no ofrecían más garantías fuera del asfalto que un turismo. Lógicamente, no son comparables a un 4×4 de la vieja escuela, pero un modelo equipado con tracción integral y con el calzado adecuado puede sorprender, y mucho. El DS7 Plug-In Hybrid AWD equipado con neumáticos Michelin Crossclimate2 SUV es un claro ejemplo de ello.
El todocamino es el modelo más vendido de la marca francesa, con 19.000 unidades matriculadas desde que viera la luz en 2018, y cuenta con versiones diésel (130 CV) e híbrida enchufable con tracción 4×2 (225 CV), pero, para demostrar su poderío fuera de la carretera, DS eligió las variantes superiores de gama, los DS7 Plug-In Hybrid AWD, con 300 y 360 CV de potencia.
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Además, para darles un plus de capacidad todoterreno, les calzó los mencionados neumáticos Michelin Crossclimate2 SUV, creando una combinación que sorprendió gratamente a todos los presentes cuando hubo que afrontar una ruta campera en el Pirineo Aragonés.
Hay que tener claro que el cliente que se decanta por un SUV premium de estas características es poco probable, por no decir casi imposible, que meta su vehículo a rodar por barro, piedras y agua. Es algo completamente lógico, pero también hará que se pierdan una faceta oculta de su automóvil.
Un todocamino con todas las letras
Aunque el objetivo era conducir por nieve, las condiciones meteorológicas no lo hicieron posible. Sin embargo, el terreno que se planteaba era una combinación de zonas muy embarradas con roderas, piedra pelada y acumulaciones de agua, lo que finalmente demostró de ser un patio de juegos variado para demostrar las capacidades del DS7.
En cualquiera de sus dos versiones de tracción integral, el DS7 combina un motor gasolina con el apoyo de dos bloques eléctricos, uno en el eje delantero y otro en el trasero.
La naturaleza híbrida enchufable del sistema podría llevar a pensar que, una vez acabada la batería, se pierde toda el apartado eléctrico, pero en este caso no es así: si se activa el modo de conducción 4×4, el motor térmico actúa de generador para alimentar la pila y que así se disponga siempre de par eléctrico. El resultado es muy efectivo.
Aunque le limiten aspectos como la altura libre al suelo, que no es mayor de la media, la capacidad de tracción del DS7 es sobresaliente. No pierde agarre con grava suelta, tampoco se ve afectado si hay que cruzar una corriente de agua e incluso con las cuatro ruedas hundidas en el barro, apretando el acelerador de manera suave consigue salir del atolladero sin mucho problema.
El confort por bandera
Aún con toda la sorpresa que supuso el paso por caminos y terreno complicado, el DS7 es un coche pensado para la carretera, que es el ámbito en el que destaca de sobre manera.
Todo se centra en torno al confort. Es un coche francamente cómodo. En autopista a velocidad de crucero el habitáculo es muy silencioso y el confort de marcha es tremendamente destacado, con una suspensión que filtra sin esfuerzo cualquier irregularidad y unos asientos que terminan de rematar la faena, especialmente si están equipados con la función de masaje.
Eso sí, todo esto tiene un precio y es que el DS7 Plug-In Hybrid AWD parte de 60.000 euros.
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