Se han inventado un sinnúmero de elementos tecnológicos para evitar daños y robos en el coche. Localizadores, bloqueadores e inhibidores de señales y un sinfín de productos de seguridad.
Pero en algunos lugares de Norteamérica han decidido rodear el coche con una malla de alambre y palos de madera. Lógicamente, no para evitar el robo de alguna pieza, pues sería fácil eliminar la protección. Pero hay un motivo razonable.
El motivo real: los puercoespines
Los puercoespines están dispersos por el mundo en sus diferentes tipos. Viven en las regiones cálidas de Asia y África e incluso penetran hasta Sicilia y el sur de Italia.
Según National Geographic, el puercoespín norteamericano es la única especie que vive en los Estados Unidos y Canadá y es el más grande de todos. Un solo animal puede tener 30.000 púas o más y cada una puede medir hasta 30 centímetros.
Y precisamente estos filosos pinchos son los que se ven en este vídeo grabado en territorio estadounidense: esta vez fue el coche el afectado.
Cabe aclarar que aunque mucha gente cree que el puercoespín lanza sus púas, esto es solo un mito. Estos pinchazos en los neumáticos se generan probablemente por el atropello a este animal, pues cuando el puercoespín entra en modo de defensa o se ve amenazado, levanta sus púas en dirección a esa amenaza. De esta forma, el puercoespín se convierte en una verdadera máquina punzante.
Además, la probabilidad de que el neumático sea dañado por este animal aumenta por la noche, pues es un animal de costumbres nocturnas.
Así previenen los pinchazos
Tal como se ve en el vídeo, en varios parques naturales norteamericanos deciden, como método para evitar daños provocados por animales, rodear el coche de alambre y luego sujetarlo con madera. Este es un ejemplo de tantos casos: en el Bugaboo Provincial Park, en Canadá.
En el vídeo y según los comentarios de quienes aparcan el coche de esta manera, los conductores no solo se ven afectados por las púas en los neumáticos: estos animales también muerden el cableado por debajo del automóvil. Y por las tantas imágenes registradas en las distintas redes sociales, al parecer este método de protección es una práctica común en los parques.
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