El actual Ford Focus presentó desde el momento de su lanzamiento una gama estructurada en acabados muy diversos entre sí. El más deportivo era el ST Line, al que hace unos meses se sumó el ST: además de una imagen todavía más dinámica, aportaba mejoras mecánicas. Ahora Ford ha querido combinar dicho carácter con la versatilidad que aporta una carrocería familiar y el resultado es el Ford Focus ST Sportbreak.
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Esta versión traslada al nuevo formato los elementos ya vistos en el modelo, lo que hace que estemos ante un modelo que resulta bastante familiar desde el punto de vista estético. Los paragolpes son específicos, en la zaga cuenta con dos salidas de escape y las llantas son de grandes dimensiones. Por todo el exterior se encuentran bastantes elementos acabados en negro, como son la parrilla delantera, las carcasas de los retrovisores, los marcos de las ventanillas y los raíles del techo.
El habitáculo también es una réplica del visto en el cinco puertas, con detalles de corte deportivo como los apliques en aluminio, el volante achatado en la parte inferior y los asientos Recaro. Lógicamente ofrece un espacio de carga mayor que el de la otra versión.
De su mecánica Ford solo ha anunciado que cuando se lance en verano estará disponible con el motor gasolina 2.3 EcoBoost de 280 CV. Sin embargo, no ha hecho mención a la mecánica diésel 2.0 EcoBlue de 190 CV que se puede elegir en la carrocería compacta. También ha confirmado la presencia tanto del autoblocante de deslizamiento limitado electrónico y de varios modos de conducción configurables.
Por el momento no se ha desvelado su precio.
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