El Ford Focus es un superventas del segmento compacto que hace menos de un año estrenó su cuarta generación, en la que Ford ha seguido la senda iniciada con el Fiesta al estructurar su gama en cuatro acabados totalmente diferentes entre sí. Su cara más deportiva hasta ahora era la versión ST Line, pero la marca del óvalo acabada de mostrar su evolución natural, un Ford Focus ST que, además, es el más potente de toda la saga.
Su imagen, como es habitual, cuenta con bastantes detalles que lo distinguen del resto: las entradas de aire son mayores y tienen trama de panal de abeja, el difusor trasero es específico, cuenta con dos salidas de escape, está disponible con llantas de 18 y 19 pulgadas de diseño exclusivo, monta un alerón de mayor tamaño y su oferta de colores de carrocería tiene dos opciones únicas, el Orange Fury y el Ford Performance Blue.
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La misma receta se aplica al interior, donde piloto y copiloto se sientan sobre asientos Recaro de corte deportivo, el volante tiene un diseño específico, hay apliques que simulan la fibra de carbono por todo el habitáculo y los pedales son de aluminio.
El principal protagonista de esta nueva versión es, sin duda, su apartado mecánico. El Focus ST se va a comercializar en dos versiones, gasolina y diésel; la primera emplea un motor 2.3 EcoBoost biturbo de 280 CV y 420 Nm, lo que supone un aumento de potencia del 12% respecto a su predecesor y del 17% en cuanto al par. De este modo, el actual Focus ST se convierte en el más potente de la historia y también en el más rápido, puesto que acelera de 0 a 100 km/h en menos de seis segundos.
En cuanto al bloque de gasóleo, se trata de un 2.0 EcoBlue de 190 CV y 400 Nm de par máximo. Ambas variantes pueden asociarse bien a una caja de cambios manual de seis velocidades bien a una automática de siete, y disfrutan de elementos como el diferencial delantero, los frenos de alto rendimiento (con discos de 330 mm delante y 302 mm detrás) y los tres modos de conducción.
La versión de gasolina, además, puede montar el Pack Performance, que añade suspensión adaptativa, el modo de conducción Track Drive y el sistema Launch Control para conseguir salidas más rápidas. Un detalle interesante que hay que recalcar es el hecho de que el Ford Focus ST está disponible tanto en la carrocería compacta como en la familiar.
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