Cuando lo conocimos presentamos nuestros respetos al que consideramos el elegido para devolver el orden natural al mundo de los todoterrenos. Ahora Brabus, y esto es algo que hace muy a menudo, demuestra que el Mercedes G500 4×4² puede ser todavía mejor.
¿Y cómo es posible mejorar un mastodonte del off-road cuyo motor 4.0 V8 biturbo desarrolla 422 CV? Instalando un sistema de escape de acero inoxidable y el B40 – 500 PowerXtra, un kit que modifica la electrónica del propulsor para llevarlo hasta los 500 CV y los 710 Nm de par máximo. El bloque va asociado a una caja de cambios atomática de siete relaciones, con levas al volante, y lleva a esta mole de 0 a 100 km/h en 6,9 segundos. La velocidad máxima está limitada electrónicamente a 210 km/h.
Por el camino el preparador también ha modificado la estética y el interior del modelo. En la carrocería encontramos una nueva parrilla, retrovisores cromados, una entrada de aire en el capó, paragolpes específicos, nuevos grupos ópticos delanteros…
El interior es todo lo discreto que puede esperarse de Brabus, con la mayoría del habitáculo tapizada en cuero negro, los asientos, los paneles de las puertas y las alfombrillas cosidas con motivo de diamante; costuras de contraste rojas, iluminación LED…
Su precio se desconoce, pero a buen seguro será bastante más elevado que los 272.975 euros del G500 4×4² normal.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.