El Hyundai i40 lleva la contraria y estrena motor diésel

Se acerca el final del año y las marcas presentan las puestas al día de sus modelos de cara a 2019. En esta ocasión es el Hyundai i40 el que recibe una merecida actualización (lleva en el mercado desde 2011), que aporta ligeros retoques estéticos pero cuyas novedades más importantes se centran en el apartado mecánico.

Disponible tanto en versión sedán como en el familiar Cross Wagon, ambas reciben una nueva identidad en el frontal, que estrena una parrilla de tipo ‘cascada’, y se suman, además de nuevos diseños de llanta de 16 y 17  pulgadas, la posibilidad de que estas sean de hasta 18, algo que hasta ahora era imposible.

Hyundai también introduce novedades en el habitáculo, tales como la tapicería en dos tonos, negro y gris con costuras de contraste en color rojo, además de una renovación de los gráficos del cuadro de instrumentos y de la consola central para asemejarse más a los últimos lanzamientos de la gama.

Lo más importante está en el aspecto mecánico. Junto al motor de gasolina 1.6 GDI de 135 CV, se suman dos alternativas diésel, que son dos versiones del mismo motor 1.6 CRDi. El de acceso entrega 115 CV y 280 Nm, y homologa un consumo de entre 4,6 y 4,3 l/100 km; el superior llega hasta los 136 CV y los 320 Nm de par, gastando entre 4,7 y 4,3 l/100 km. El primero se combina con una caja de cambios manual de seis velocidades mientras que el segundo se asocia a una automática de siete velocidades.