El nuevo Opel Corsa está cada vez más cerca, y es que la marca alemana tiene previsto lanzar la sexta generación este mismo otoño. Aunque el punto más destacado de ella será la introducción de una variante eléctrica, el compacto presenta una serie de mejoras generales que están siendo desarrolladas con pruebas de todo tipo.
«Durante el desarrollo de la nueva generación de Corsa, hemos dado una importancia especial al incremento de la eficiencia», explica Thomas Wanke, ingeniero Líder Global de Desarrollo de Prestaciones de Vehículo.
Más información
«El nuevo modelo es significativamente más ligero, lo que reduce el consumo de combustible y aumenta el factor de diversión. Al igual que en las anteriores generaciones en las que he trabajado, el chasis que ahora estamos poniendo a punto se desarrolló para adecuarse a todo tipo de carreteras europeas, incluyendo las autopistas alemanas sin límite de velocidad. Nuestro objetivo, claramente, es ofrecer a los clientes una perfecta ejecución del chasis con un equilibrio óptimo entre seguridad, confort y diversión», añade.
Para conseguir una puesta a punto óptima, el modelo ha sido objeto de test en circunstancias variopintas. Una de las más llamativas son las temperaturas extremas de hasta -30 grados a las que se ha sometido en sus pruebas en la Laponia sueca, a unos 40 kilómetros del Círculo Polar Ártico.
Dicho ambiente es óptimo para comprobar la capacidad y el rendimiento de los sistemas electrónicos, como los que controlan la estabilidad, la tracción y el antibloqueo de frenos. Todos se han evaluado en distintos circuitos, como una pista de handling, un óvalo de alta velocidad y varias superficies especialmente preparadas. También, debido a las largas noches polares, ha sido el escenario en que se han puesto a prueba los sistemas de iluminación del compacto.
En el Centro de Pruebas de Dudenhofen, Opel cuenta con un anillo peraltado, un circuito de manejabilidad y una pista de confort. Trazados bastante diversos que permiten comprobar el funcionamiento de muchos elementos: la rigidez estructural, el comportamiento de la dirección asistida, la respuesta de los amortiguadores, etc. Además, en el túnel de agua se comprueba su estanqueidad, sumergiéndolo hasta 25 centímetros.
También son llamativas las pruebas de compatibilidad electromagnética, que han adquirido cada vez mayor importancia. Antiguamente el coche contaba con muy pocos sistemas eléctricos, pero hoy son muy numerosos: deben ser inmunes a las perturbaciones eléctricas para que todo funcione correctamente.
Sigue toda la información de EL MOTOR desde Facebook, Twitter o Instagram
Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.