Tras varios adelantos, por fin se ha desvelado la segunda generación del Volkswagen Amarok. En esta ocasión, la marca alemana no ha desarrollado el modelo por su cuenta, sino que ha llevado a cabo el proyecto de manera conjunta con Ford, empleando la misma base técnica del Ranger.
Lógicamente, Volkswagen le ha dado su propio toque en cuanto a diseño o acabados, pero el parentesco entre ambos pick-up queda patente en elementos como el habitáculo o la gama de motores.
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El nuevo Amarok es más grande que su predecesor. Mide 5.350 milímetros de largo (+96 milímetros) y 2.200 milímetros de ancho, y tiene una distancia entre ejes de 3.270 milímetros (+173 milímetros). Estará disponible en versiones de cabina sencilla y doble, algo que afecta al tamaño de la caja de carga, con una longitud de 2.300 milímetros en el primer caso y de 1.540 en el segundo.
En cualquiera de las dos versiones, su capacidad de carga es de 1.160 kilos, lo que mejora los 935 kilos de su predecesor. El techo soporta hasta 350 kilos y la capacidad de remolque del pick-up es de hasta 3,5 toneladas, aunque esto depende del motor.
En cuanto al diseño, el parentesco con el Ford Ranger solo se intuye en las proporciones. La estética del Amarok sigue la línea de otros Volkswagen gracias a rasgos como el formato de la parrilla, enmarcada por dos listones cromados que se extienden hasta los grupos ópticos. Además, puede montar llantas de hasta 21 pulgadas.
En el habitáculo, la cosa cambia, y es que la configuración del puesto de conducción es idéntica a la del modelo de Ford. El formato de las salidas de aire y, sobre todo, la pantalla central vertical de 10 o 12 pulgadas son las muestras más evidentes, y también se suman otros elementos como el cuadro de instrumentos digital de 8 o 12 pulgadas.
Los motores del Amarok
Su oferta de motores está formada por cinco mecánicas en las que el predominio del diésel es casi total, aunque todavía queda por concretar cuáles serán las que estén disponibles en Europa.
Abre la gama un bloque 2.0 TDI disponible en versiones de 150, 170 y 209 CV. Por encima está otro propulsor de gasóleo, un 3.0 V6 TDI de 250 CV, y el tope de gama es el único gasolina, un 2.3 Turbo EcoBoost de 302 CV. Los dos motores menos potentes montan cajas de cambio manuales, pero el resto emplean la nueva transmisión automática de 10 velocidades que se combina con un sistema de tracción integral.
Otro aspecto a destacar es que el Amarok presenta ahora unos voladizos delantero y trasero recortados, algo que afecta positivamente a sus capacidades todoterreno, mejorando los ángulos de ataque y salida hasta los 29 y 21 grados, respectivamente.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.