Los SUV se han convertido en los últimos años en los reyes de las listas de ventas de automóviles en infinidad de mercados del planeta. Son las carrocerías de moda. Al colocar la lupa en las ventas, en España, coparon más de la mitad de las unidades despachadas el año pasado, seis de cada 10 automóviles vendidos eran SUV.
Así, el mercado cerró en 2023 con 563.606 unidades vendidas de este tipo de carrocerías, sobre 949.359 matriculaciones totales. Esta moda ha enterrado a los otrora líderes de las listas de ventas: monovolúmenes y berlinas. Los clientes se fueron decantando, por los SUV. Así, hace diez años ya se vendieron en Europa 3,2 millones de este tipo, superando por primera vez a los líderes del mercado, por entonces, los turismos.
Más información
Entre las ventajas que destacan los propietarios de los SUV, destacan la postura de conducción más alta, que permite dominar mejor el entorno y una visibilidad periférica mucho más amplia que la de los coches con un formato más bajo, como los compactos o las berlinas. Además, también resaltan su generoso portón y un nivel de carga más alto que facilita la manipulación del equipaje.
Usuarios vulnerables
Aunque este tipo de carrocerías, por muy de moda que estén, también cuentan con una serie de inconvenientes. El más llamativo, ya que afecta al bolsillo, es el aumento del consumo. Y es que un SUV, debido a su mayor superficie frontal, el elevado peso, la forma de la carrocería o el tamaño de las ruedas, juegan en contra de la economía del combustible.
Además, su mayor altura y la elevada masa inciden en el comportamiento en curvas, en la agilidad y en el dinamismo. Asimismo, esto también incide en la seguridad activa, ya que tienen más dificultades para acelerar, frenar y esquivar. Todos estos inconvenientes afectan al conductor y los pasajeros del SUV, pero también y en alto grado, a los usuarios más vulnerables de la vía.
Mayor energía de impacto
Al evaluar los accidentes de tráfico en los que se han visto involucrados los SUV, se han realizado recientes estudios, entre ellos el que llevó a cabo el Insurance Institute for Highway Safety (IIHS), un organismo estadounidense de carácter científico e independiente, que se dedica principalmente a estudiar, evaluar y evitar los daños corporales derivados de los accidentes de tráfico. Las conclusiones han puesto en el punto de mira a este tipo de carrocerías.
Los SUV al disponer de mayor masa en movimiento, también cuentan con más energía cinética y, además, su creciente altura distribuye el impacto de diferente manera a la de un turismo tradicional. Además, estas carrocerías son más peligrosas para los usuarios vulnerables, peatones, ciclistas y motoristas, ya que tienden a derribarles —con el peligro de que también pueden ser posteriormente atropellados— en lugar de salir despedidos por encima del capó del vehículo.
Parrillas homicidas
Aunque existe una variable, que repercute en el daño a estos usuarios vulnerables en caso de accidente, que ha sorprendido sobremanera a los investigadores. No es otra que la forma y el tamaño de la parrilla de los grandes SUV. Según ha publicado hace escasas semanas el investigador de la Universidad de Hawái, Justin Tindall, en un estudio científico que compara las dimensiones del vehículo, y específicamente la altura del frontal, con las muertes en caso de choque.
La conclusión es que, a mayor tamaño de la parrilla y mayor altura del frontal del automóvil, más posibilidades de sufrir heridas graves o muerte en el caso de los motociclistas, ciclistas y peatones. La idea es que si los fabricantes inclinaran más los capos y bajaran la altura del frontal tan solo 10 centímetros, disminuirían la probabilidad de matar a un usuario vulnerable entre un 22 y un 28%. En el caso de los niños, la probabilidad de fallecimiento bajaría hasta el 81%.
Salvando 510 vidas al año
Además, en el estudio de Tindall, también ha calculado que limitando la altura de los frontales de los SUV, Pick-up y todoterreno a 125 centímetros, se salvarían alrededor de 510 vidas al año solo en Estados Unidos. Eso es, más o menos, como si se estrellara cada año un Airbus A380, que tiene una capacidad de 470 pasajeros.
En definitiva, el aumento de tamaño, de peso y, sobre todo, de los frontales y de la altura y la forma de las parrillas de los SUV, está haciendo que tanto los motoristas, como los pasajeros y ciclistas tengan más probabilidades de sufrir lesiones graves o morir cuando impactan contra alguno de estos vehículos.
Sigue toda la información de EL MOTOR desde Facebook, X o Instagram