Las marcas de coches chinas están en la cresta de la ola. Además de los grandes números que hacen en su mercado doméstico, la internacionalización les ha abierto la puerta a millones de nuevos clientes, así que su crecimiento está siendo espectacular. Sin embargo, la tendencia podría no durar mucho tiempo y desde la consultora AlixPartners consideran que dentro de relativamente poco, el 75% de los fabricantes de coches eléctricos e híbridos enchufables de China podrían desaparecer.
La consultora apunta que el mercado chino de vehículos eléctricos de nueva generación (NEV) ha crecido muy rápido, pero que está entrando ya en su fase de maduración, en la que es previsible que se consolide el mercado y en la que solo las compañías más competitivas podrán triunfar.
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Según sus datos, en 2024 había en el país 129 marcas que vendían este tipo de vehículos. Sin embargo, según sus cálculos, para el año 2030 solo serán financieramente viables 15 de ellas, es decir, alrededor del 25%. No concreta cuáles serán, pero apunta que estarían a salvo aquellas que ya hayan alcanzado la rentabilidad anual, mientras que el resto tiene opciones como fusionarse entre sí para poder sobrevivir.
Los retos a los que se enfrentan las marcas chinas
En el informe la consultora señala que hay dos elementos que pueden llevar su industria automovilística a tal fin, uno externo y otro interno. El primero son las políticas arancelarias que otras regiones del mundo, como Estados Unidos o Europa, han llevado a cabo para proteger a sus fabricantes locales ante los bajos precios de los coches chinos (especialmente de los eléctricos). El segundo es la guerra de precios que hay en el mercado chino, que impulsa rebajas tales que apenas hay margen de beneficio en cada automóvil vendido.
El Dr. Stephen Dyer, director de AlixPartners, ha declarado: “China es uno de los mercados de vehículos de nueva energía más competitivos del mundo, con una feroz guerra de precios, un ritmo acelerado de innovación y nuevos actores que constantemente redefinen los estándares del sector. Este entorno ha impulsado avances significativos en tecnología y eficiencia de costos, pero también ha dificultado que muchas empresas logren una rentabilidad sostenible”.
“Con la desaceleración del crecimiento nacional y el aumento de las barreras comerciales globales, las empresas chinas de vehículos eléctricos deben centrarse en construir marcas sólidas, invertir en tecnologías avanzadas como la conducción autónoma y localizar operaciones en mercados internacionales clave. Solo aquellas empresas que puedan adaptarse rápidamente, expandirse eficientemente y responder a los desafíos nacionales e internacionales seguirán teniendo éxito a nivel mundial”, sentencia.
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