El Peugeot 308 cambia de cara y su versión eléctrica llega más lejos

El Peugeot 308 es uno de los compactos que están aguantando el tipo ante el dominio SUV, un modelo de larga trayectoria, disponible en carrocerías de cinco puertas y familiar que, para seguir al pie del cañón, presenta su actualización de mitad de ciclo de vida, que incluye un cambio estético notable, mejoras de equipamiento y mayor rendimiento en su gama de motores. Estará disponible a partir de otoño, pero no se ha anunciado su precio todavía.

Como suele ocurrir en estas puestas al día, sus cambios visuales se centran sobre todo en el frontal, que experimenta modificaciones de mayor calado de lo habitual.

La parrilla grande con trama en forma de puntos desaparece, reemplazada por una con un diseño de franjas diagonales que se integra con la carrocería, replicando el formato en la parte superior, con una barra de luz diurna que une entre sí a los delgados pilotos, que también adaptan su firma lumínica a tres tiras LED diagonales. A esto se suman unas molduras negras de gran tamaño en el paragolpes, consiguiendo un aspecto incluso más deportivo que antes.

El resto del exterior presenta cambios de menor calado, con la incorporación de nuevos diseños de llantas que pueden ser de 17 o 18 pulgadas y de dos nuevos tonos azules para la paleta cromática de la carrocería.

En el habitáculo las novedades también son menores, manteniéndose de serie un cuadro de instrumentos digital, una pantalla central táctil de 10 pulgadas, los ya característicos i-Toggles personalizables y el sistema de iluminación ambiental con ocho colores a elegir.

Una oferta de motores de lo más variada

Peugeot ha optado por mantener una oferta de motores muy versátil, con opciones para todos los gustos. Llama la atención la presencia de una alternativa diésel, el 1.5 BlueHDi de 130 CV que se asocia con una transmisión automática EAT8, pero que no cuenta con ningún tipo de electrificación. No ocurre lo mismo con el único gasolina, que es un 1.2 de tres cilindros que desarrolla 145 CV de potencia y que tiene tecnología microhíbrida.

Un paso por encima está el híbrido enchufable, el 308 Plug-in Hybrid. Éste combina un motor gasolina 1.6 turbo de cuatro cilindros y 150 CV con un bloque eléctrico de 92 kW (125 CV), consiguiendo un rendimiento conjunto de 195 CV. El sistema incluye una batería de 17,2 kWh de capacidad, más grande y que aumenta la autonomía en modo eléctrico en 20 kilómetros para llegar a los 85 kilómetros totales. Admite cargas a 7,4 kW, tardando dos horas y cinco minutos en reponer su energía.

La mejora de rango de acción es todavía superior en el E-308. Sigue utilizando el ya conocido motor eléctrico de 115 kW (156 CV) y 270 Nm, pero ahora la pila es algo mayor, alcanzando una capacidad de 58,4 kWh (55,4 kWh netos), lo que le permite ganar 34 kilómetros de alcance, homologando una autonomía de 450 kilómetros. Es compatible con carga rápida a 100 kW, pasando del 20 al 80% de carga en 32 minutos.