El director general de Tráfico, Pere Navarro, ya lo anunció a principios de año: la DGT busca unas mediciones más justas de los excesos de velocidad. “Estamos cambiando el tipo de radar y vamos hacia el radar de tramo, que a todos nos parece más justo. En un punto cualquiera puede tener un exceso de velocidad, en un tramo de dos o tres kilómetros es más difícil”, dijo Navarro en marzo en una entrevista.
Una instalación de este tipo ha generado tensiones en Galapagar (Madrid) antes incluso de que empiece a sancionar, pues todavía está en fase de pruebas y pendiente de calibración. Tráfico colocó los dispositivos de medición en noviembre entre los kilómetros 9 y 12,3 de la carretera M-505, un tramo de elevada siniestralidad por el que pasan miles de vehículos diariamente.
La medida ha generado numerosas quejas en las redes sociales y ha llevado al Ayuntamiento, gobernado por el Partido Popular, a solicitar una reunión con la DGT para reconducir la medida. Las protestas se centran en el límite de velocidad de 50 km/h, considerado muy bajo.
“Tras la instalación del radar de tramo del puerto y tras recibir quejas de los vecinos, la alcaldesa [Carla I. Greciano] ha solicitado a la DGT una reunión para que valoren la modificación de este límite”, sostiene el Consistorio en una publicación en X. “La solicitud de este radar fue aprobada en la anterior legislatura socialista”, añade. La petición es que se eleve la velocidad a 70 km/h.
Según los técnicos del Real Automóvil Club de España (RACE), la M-505 en ese tramo “es un puerto de montaña en el que hay una serie de curvas cerradas con mucho peralte en sentido ascendente” que, además, concentra mucho tráfico de motocicletas, sobre todo los fines de semana.
Radares destrozados
Aun así numerosos vecinos y conductores se han unido en una petición virtual contra la velocidad máxima establecida. “¿Que era necesario para prevenir los que utilizan el puerto como circuito de carreras [sic]? Sí, pero ponerlo a 50 km/h es un disparate y una velocidad excesivamente baja que solo traerá retenciones y molestias innecesarias”, sostienen los impulsores de la iniciativa.
La polémica ha arreciado en los últimos días, después de que aparecieran rotos los sensores infrarrojos y las cámaras que registran las matrículas. Entre tanto, algunas personas se han manifestado también a favor del dispositivo. “La velocidad máxima es la misma que antes del radar, solo que ahora, gracias al radar, hay que cumplirla. Queda un poco raro dar a entender que es culpa del PSOE”, escribe un usuario en X. “La diferencia entre circular a 50 y a 70 Km/h. en ese tramo de 3 Km. es de 57 segundos”, añade otro.
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