Cuerpo de todo camino y prestaciones de deportivo, Land Rover ha vuelto a rizar el rizo con su tan anticipado Range Rover Sport SVR: prometía mucho y ha cumplido las expectativas. La espera ha merecido la pena.
La marca lo había anunciado como el Land Rover más rápido de la historia, algo que ha confirmado con una aceleración de 4,7 segundos en el 0-100 km/h, una velocidad punta de 260 km/h y un tiempo de 8:14 en la vuelta a Nürburgring, el mejor crono para un SUV de producción en el Infierno Verde.
¿Cómo consigue estas cifras? Gran parte de la culpa la tiene su motor 5.0 V8 turbo, que entrega 550 CV y 680 Nm de par máximo, y va asociado a una caja de cambios automática ZF de ocho relaciones. La otra mejora mecánica es un sistema de escape en dos etapas con control de válvulas electrónico.
A nivel estético se distingue por el paragolpes específico con entradas de aire de mayores dimensiones, los pilotos oscurecidos, el nuevo difusor, la doble salida de escape, los pilares y los retrovisores de color negro y las llantas, con dos diseños exclusivos de 21 y 22 pulgadas (estas últimas montadas sobre neumáticos Continental SportContact 5).
Por dentro el fabricante se ha decantado por una decoración bitono blanco-negro que destaca sobre todo en los asientos con el logo SVR en el respaldo.
Sigue toda la información de EL MOTOR desde Facebook, X o Instagram