Para mantener el coche en buenas condiciones no hace falta gastarse un gran presupuesto en talleres o productos caros. A veces, hasta los cosméticos más sencillos, como la vaselina, ayudan a cuidar el vehículo.
Los neumáticos del coche necesitan una vigilancia constante. Cualquier daño o abolladura, por imperceptible que sea, en las gomas puede acabar siendo motivo de accidente de tráfico. Al mismo tiempo, hay que revisar periódicamente que la presión del neumático sea la correcta y que este no pierda aire.
De igual manera, cuando la profundidad del dibujo de la banda de rodadura sea menor de 1,6 milímetros habrá que sustituir los neumáticos no solo por seguridad, sino también para evitar multas de más de 200 euros.
Una forma de asegurarse de que el neumático no pierda presión mientras rueda o de retrasar que se deshinche es utilizar vaselina. Este no es el primer truco de mantenimiento de coche que tiene como protagonista este cosmético que, en algunos supermercados, apenas cuesta dos euros.
El truco de la vaselina
La vaselina es grasa purificada del petróleo y en cosmética se utiliza para favorecer la hidratación de la piel y de los labios. Gracias a su composición, tiene una acción oclusiva, lo que quiere decir que impide la deshidratación de, en este caso, la piel.
Al ser un producto semisólido, fácil de manejar y manipular, es muy sencillo de aplicar. Como consecuencia de estas propiedades oclusivas, la vaselina se puede utilizar en el ámbito de la mecánica para favorecer la estanqueidad de válvulas, cierres y similares.
Así pues, se puede utilizar en los neumáticos para impedir que estos pierdan aire y, por tanto, presión. Simplemente, hay que retirar los tapones de las válvulas de cada neumático y aplicar una capa de vaselina. Para finalizar, volver a cerrar el tapón.
Con este sencillo gesto se mejorará la estanqueidad de la válvula del neumático, reduciendo el aire que se puede ir escapando durante la conducción y ayudando a que los neumáticos mantengan siempre una presión constante.
Obviamente, este truco funciona si el neumático está en buen estado. Si, por el contrario, en la goma hay algún pinchazo o escape de aire, habrá que tratar de localizarlo cuanto antes. Una vez hallado el escape de aire, habrá que o bien repararlo, o bien sustituir el neumático, para evitar reventones o incluso accidentes.
La glicerina, otro secreto
Limpiar los neumáticos del coche puede ser más fácil de lo que parece gracias a este truco. Se trata de la glicerina mezclada con agua, y es una excelente opción para darles brillo y mantenerlos como nuevos. Este componente se puede encontrar en la mayoría de las farmacias. ¿Cómo aplicarla?
- Lo primero es enjuagar los neumáticos a fondo para eliminar el polvo o barro acumulado en las cubiertas.
- Luego, preparar la solución. Se debe mezclar la glicerina y agua en partes iguales. La glicerina es soluble en agua, por lo que se disolverá fácilmente.
- Aplicar la solución usando un pulverizador o un trapo para aplicar la mezcla de glicerina y agua en todos los neumáticos.
- Frotar bien para distribuir la solución uniformemente.
- Espera a que se sequen naturalmente.
- Acabado perfecto: Si quedan rastros de glicerina, pasar un trapo de microfibra para obtener un acabado igual al que tenían cuando salieron del concesionario.
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