Los Smart siempre han destacado en la ciudad y por eso en su día la marca presentó versiones eléctricas, algo lógico viendo cómo evoluciona la movilidad urbana. Y aunque hasta ahora las combinaba con las tradicionales de gasolina, esto cambiará tras la llegada del Smart Final Collector’s Edition, un canto de cisne para los propulsores de combustión interna.
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La firma lleva 21 años fabricando vehículos y, como homenaje a su historia, 21 serán los ejemplares que formarán parte de esta edición limitada, que se fabricará en agosto pero de la que todavía no se conoce el precio.
Destaca por una decoración bicolor bastante llamativa, que combina el amarillo en la parte delantera del coche, un homenaje al tono ‘Yellow Mellow’ de la primera generación del modelo, con el negro para el resto. En el exterior también destaca la aparición del nombre de Konstantin Grcic, diseñador industrial que ha colaborado en el proyecto, y del número 21 con un hashtag.
No es el único lugar en el que se encuentra, puesto que también aparece en los umbrales de las puertas, en el pomo de la palanca de cambios y en los reposacabezas de los asientos, uno en negro y otro en amarillo. Tampoco falta, en el lateral del freno de mano, la inscripción “uno de 21” para recordar la exclusividad de cada ejemplar.
Smart todavía no ha anunciado qué propulsor montará en esta versión tan especial, aunque dado que Brabus colabora en el proyecto, es posible que se trate del motor 0.9 turbo de 109 CV.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.