Mansory como preparador puede ser muchas cosas, pero discreto no es una de ellas (aquí unos ejemplos de lo que hablamos: su AMG 6×6 Cronos, su Cayenne Turbo y su S 63 AMG Coupé). Sus trabajos suelen llamar bastante la atención, ya sea por sus colores chillones, sus escandalosas llantas o por sus pintorescos kits de carrocería.
En esta ocasión, su G63 Gronos Black Edition emplea un poco de las tres, pero las pasa por el sobrio tamiz de la fibra de carbono. La carrocería no luce un naranja perlado, pero estar recubierta de fibra la hace destacar de igual manera. A eso hay que sumar paragolpes y faldones específicos, una línea de faros adicionales en el techo, un alerón en la zaga, unos pasos de rueda enormes que ensanchan 40 mm sus vías y unas llantas masivas de 23 pulgadas acabadas en negro mate.
Pero si aun siendo llamativo, el mate del exterior lo puede hacer hasta “elegante” (con muchas comillas), el interior sí que sugiere dudas sobre el buen gusto. Los asientos de cuero y Alcantara combinan gris y blanco, el patrón de la carrocería se repite en muchas partes del habitáculo (volante, salpicadero, puertas) solo que en inserciones lacadas…
En cuanto a mecánica, Mansory no ha estado quieto y ha toqueteado el motor 5.5 V8 para llevarlo hasta los 823 CV y los 1.000 Nm de par máximo.
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