Los prototipos, al menos los más llamativos, suelen ser ejercicios de estilo, imposibilidades creadas por los diseñadores de las que luego solo vemos lejanos ecos en los modelos futuros de las marcas. Pero a veces, solo a veces, alguno capta de tal manera la atención del público que el interés es lo suficientemente grande para que el fabricante de turno se replantee las cosas.
Que se lo pregunten a los jefes de MINI, que el año pasado acudieron a las orillas del Lago Como en Italia para presentar en el Concorso d’Eleganza Villa D’Este 2014 un atractivo concept denominado Superllegera, y apenas un año después ya están “trabajando duro para llevarlo a la calle”.
No lo decimos nosotros, lo afirma Peter Schwarzenbauer alto directivo de la marca: “el interés fue tremendo cuando mostramos el prototipo […] se trata de un proyecto desafiante a nivel económico, pero tenemos a un grupo muy grande de gente trabajando porque salga adelante”.
Al ser preguntado sobre si será similar al Roadster que hasta hace poco había en la gama del modelo, Schwarzenbauer respondió: “no se pueden comparar, el Superleggera es un deportivo de verdad”.
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Apasionado del motor desde pequeño, primero de las motos y después de los coches, con especial predilección por los modelos nipones. Lleva una década dedicándose al sector, formado primero en Autobild y desde entonces en el Grupo Prisa, probando todo lo que haga ruido... o no.