Las estadísticas no dejan lugar a dudas. Según los datos de ventas del cierre del ejercicio 2024, el conductor español quiere un SUV con motorización híbrida. Los SUV compactos coparon el 33,9% del mercado y los pequeños llegaron al 19,6%, mientras que, por tipo de sistema de propulsión, las opciones electrificadas supusieron el 60,5% de las ventas.
Una propuesta que combine ambas facetas y que añada a la fórmula un carácter distintivo, tiene muchos argumentos para convertirse en el coche preferido de muchos, como es el caso del Honda ZR-V e:HEV, disponible además desde un competitivo precio de 39.950 euros.
El SUV de la marca japonesa sintetiza todo su saber hacer en cuestiones tan esenciales como la calidad, la ingeniería y la tecnología, combinando todo ello con el dinamismo propio de una larga tradición deportiva en diferentes disciplinas del mundo de la competición automovilística.
Un sistema híbrido diferente
Como ocurre con otros modelos de la gama, el Honda ZR-V se ofrece con el sistema de propulsión híbrido e:HEV autorrecargable que tiene una serie de particularidades que le colocan por delante de sus rivales. La clave es que combina una batería de iones de litio y dos motores eléctricos con un motor de gasolina que hace las veces de generador. El resultado es una mayor eficiencia en el consumo y unas emisiones más bajas que las de otros sistemas que emplean, por ejemplo, tecnología microhíbrida.
Su corazón es un bloque gasolina de dos litros, que cuenta con el apoyo de dos propulsores eléctricos (uno que actúa como generador y otro como impulsor), logrando un rendimiento conjunto de 184 CV y 315 Nm de par máximo.
Estas cifras le otorgan un equilibrio entre prestaciones y eficiencia. Puede acelerar de 0 a 100 km/h en 7,8 segundos, mientras que homologa un consumo medio de 5,7 litros cada 100 kilómetros y unas emisiones de CO2 de 130 g/km.
Esto es posible gracias a que el sistema cuenta con tres modos de conducción que se alternan de manera automática, adaptándose a las necesidades de cada momento. Y sin necesidad de intervención alguna por parte del conductor.
En el modo EV opera de manera completamente eléctrica en situaciones de conducción urbana, con baja demanda de potencia o para realizar maniobras sin producir contaminación alguna. En el modo Hybrid el sistema emplea el motor de gasolina para actuar como generador, para que siga siendo el bloque eléctrico el que mueva el vehículo.
Por último, en el modo Engine es el propulsor térmico el que toma todo el protagonismo, algo pensado para velocidades altas y constantes, como por ejemplo en una autopista. Puesto que, en estas condiciones, es mucho más eficiente que transformar la energía del motor de combustión en energía eléctrica, una particularidad que diferencia la tecnología Honda de sus competidores y con la que se consiguen consumos altamente ajustados.
Además, usando un selector, se puede cambiar entre cuatro modos de conducción: Normal, Sport, Eco y Snow.
Sport mejora el rendimiento al acentuar la respuesta del acelerador, proporcionando unas sensaciones de conducción muy deportivas; Eco ajusta la respuesta del mismo para mejorar el consumo y Snow regula el acelerador para adaptarse a la conducción en superficies de baja tracción.
Con todo ello, el Honda ZR-V es capaz de satisfacer las exigencias y necesidades de los conductores en todo momento, pero siempre ofreciendo la mayor eficiencia para cada tipo de situación. Un equilibrio difícil de obtener con otras tecnologías.
Diseño desenfadado y formato versátil
Con una longitud de 4,57 metros, el ZR-V se posiciona como un SUV versátil que puede cubrir las necesidades de un amplio abanico de conductores, desde solteros o parejas hasta familias, gracias a una capacidad de maletero de 370 litros y a sus múltiples soluciones funcionales: el doble portavasos, la bandeja para teléfonos móviles en la consola central con carga inalámbrica o los distintos huecos portaobjetos repartidos por el habitáculo, como el ubicado en el reposabrazos central, en el que cabe incluso una tableta.
Su diseño es un claro reflejo de ese enfoque, con una estética atractiva y audaz, de formas atléticas y sofisticadas, con elementos que llaman mucho la atención, como su parrilla negra situada en una posición baja, los largos faros delanteros, las molduras presentes en los paragolpes, las llantas de 18 pulgadas o las dos salidas de escape.
El resultado es un modelo que combina los rasgos y puntos fuertes de los SUV y de los hatchbacks, con unas dimensiones compactas, diseño atractivo y con un espacio interior amplio para que viajen cinco personas de manera cómoda.
Calidad interior y tecnología
Una vez en el habitáculo, se percibe al instante el ambiente premium que ofrece, combinando materiales de alta calidad con tecnología de todo tipo. Todos los elementos al alcance de la mano están cubiertos con materiales blandos suaves al tacto; el volante se ha revestido de cuero; los controles analógicos transmiten solidez; los asientos ergonómicos ayudan a reducir la fatiga de conductor y acompañante y el salpicadero se estructura de modo minimalista, ofreciendo un campo de visión amplio.
La pantalla central es de tipo flotante y mide nueve pulgadas, mientras que el cuadro de instrumentos cambia en función del acabado: en el Sport mide siete pulgadas, combinado con un velocímetro analógico; y en el Advance es completamente digital y crece hasta las 10,2. En este último se suma además un Head-Up Display que proyecta la información esencial en el parabrisas.
También destaca su variado y completo equipamiento. El sistema multimedia es compatible con Apple CarPlay y Android Auto, dispone de una base de carga inalámbrica de 15 vatios para teléfonos inteligentes, cuenta con varias conexiones USB-A y USB-C para cargar dispositivos móviles, puede disponer de sistemas de sonido de ocho o 12 altavoces y el sistema Honda SENSING agrupa un gran número de asistentes de conducción: sistema de prevención y mitigación de impactos, sistema de aviso de salida de carril o el asistente de conducción en atascos, entre otros.
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