Hyundai i20 N Line, la deportividad que está por venir

Hace ya unos años que Hyundai lanzó su familia ‘N’, una gama de corte deportivo a la que progresivamente se han ido añadiendo nuevos modelos, que han sido llevados al extremo en lo que a rendimiento se refiere. Sin embargo, para aquellos clientes que prefieren la deportividad en pequeñas dosis, la marca coreana lanzó las variantes N Line, un acabado más dinámico en lo estético pero que se ofrece con los motores convencionales de cada coche. El último en estrenar dicha versión es el i20.

El utilitario presentó a comienzos de año su nueva generación, que cambiaba radicalmente respecto a su predecesora, creciendo en dimensiones, luciendo unas proporciones más esbeltas y adoptando un diseño con más personalidad, diseño que ahora suma un plus de agresividad.

El entramado de su parrilla es específico y está inspirado en una bandera de cuadros. El paragolpes cuenta con una franja negra que une entre sí las luces antiniebla. En la zaga, que aloja una salida de escape doble, el difusor es diferente y también cambia la luz antiniebla central, en forma de triángulo.

Por otra parte, las llantas de 17 pulgadas tienen un acabado bitono y la carrocería puede ir pintada en los colores Phantom Black, Aurora Grey, Brass y Polar White, este último con la posibilidad de llevar el techo en tono negro.

El habitáculo continúa con el estilo deportivo, algo que se refleja en el volante de cuero, los pedales de aluminio o los asientos, con mayor apoyo lateral y costuras de contraste rojas, color que se repite en las inserciones de la palanca de cambios.

Como el modelo base, únicamente está disponible con motores de gasolina, siendo el bloque de acceso el 1.2 atmosférico de 84 CV y situándose por encima el 1.8 T-GDi, con 100 o 120 CV. De manera opcional, puede emplear tecnología microhíbrida de 48 voltios, lo que le confiere la etiqueta ECO de la DGT.

El Hyundai i20 N Line llegará a los concesionarios en primavera de 2021 y servirá como antesala del i20 N, que será un utilitario deportivo de alto rendimiento, con una puesta a punto específica y una potencia que podría alcanzar los 200 CV.