Hyundai estrenó en París la tercera generación de su i30. El lanzamiento tiene especial calado para la marca. En primer lugar, porque con este modelo quiere asaltar el segmento C en Europa. En segundo lugar, porque es el primer coche del fabricante que tendrá una variante deportiva N. Aún falta para ver la esperada versión, pues hasta 2017 no llegará al mercado, pero la marca quiso abrir boca en la cita parisina con el Hyundai RN30 Concept. Un prototipo que, si bien tiene un claro enfoque de competición, adelanta lo que será el i30 N y no podía apuntar mejores maneras.
Radicaliza la imagen del modelo base con un mayor ancho de vías en ambos ejes (+30 mm) y pasos de rueda más musculados. Y también con una carrocería rebajada casi hasta el suelo (-84 mm), splitters inferiores en todos los bajos y mayores entradas de aire (hasta en el techo). A lo anterior añade salida de refrigeración en el capó, un enorme alerón anclado en la luneta trasera y un no menos descomunal difusor trasero.
No es solo cuestión de imagen, puesto que la carrocería está realizada en plásticos de alto rendimiento (en lugar del CRFP o la habitual fibra de carbono) para rebajar el peso del conjunto. A esto también ayudan las llantas de 19 pulgadas de aleación ligera y vistoso diseño de cinco radios.
El apartado mecánico del Hyundai RN30 no se queda atrás: bajo el capó cuenta con un motor 2.0 turbo que desarrolla 380 CV y produce un par máximo de 451 Nm. El bloque se combina con una caja de cambios DCT y transmite la fuerza a las cuatro ruedas. Lo hace con un diferencial de deslizamiento electrónico que regula la entrega de par a cada una para optimizar la precisión en el paso por curva.
Dicho propulsor ha sido desarrollado por Hyundai específicamente para su gama N, por lo que lo veremos en los modelos de producción, aunque quizá con una preparación algo menos exhaustiva.
En palabras de Albert Biermann, jefe de pruebas de vehículos y desarrollo de alto rendimiento para Hyundai Motor: “El RN30, que pronto se convertirá en nuestro primer modelo N, está inspirado por nuestra pasión para ofrecer un coche de alto rendimiento del que todo el mundo pueda disfrutar sin esfuerzo. Hemos aprovechado nuestra experiencia tecnológica, perfeccionada por nuestros éxitos en el campo de la competición, para ofrecer el máximo placer gracias a una irresistible mezcla de rendimiento y control, que es el objetivo que N de Hyundai lucha por conseguir en los futuros modelos de altas prestaciones”.
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