El grupo Jaguar-Land Rover mantiene su ofensiva para convertirse en la alternativa británica a las marcas alemana de prestigio. El próximo paso será el Jaguar XE, una berlina de unos 4,6 metros de largo que competirá con los Audi A4, BMW Serie 3 y Mercedes Clase C, además de los Infiniti Q50 y Lexus IS, las propuestas de las marcas japonesas más exclusivas.
Pero el nuevo Jaguar, que se presentará a final de año y saldrá a la venta en la primera mitad de 2015, ofrecerá argumentos diferenciadores para conquistar su hueco en el mercado. Así, junto a la personalidad estética que distingue a la marca británica rendirá culto a la eficiencia con una serie de tecnologías que reducirán el consumo a cifras de utilitario. La principal será el uso del aluminio, y convertirá al XE en la primera berlina de su tamaño con una carrocería completa fabricada en este material, lo que aportara una reducción de entre unos 150 y 200 kilos en el peso del coche. Además, el XE estrenará la nueva gama Ingenium de motores de la marca, que tendrán dos litros de cilindrada, cuatro cilindros y versiones turbo y biturbo. Y se ofrecerán en gasolina y diésel, los primeros con potencias de 200 a 300 CV y velocidades máximas de hasta 300 km/h y los de gasóleo con potencias entre 160 y 240 CV.
Todos equiparán también el nuevo cambio automático de nueve marchas de la firma estrenado ya en el Evoque, y estarán disponibles con tracción trasera o 4×4. Aunque lo más sorprendente serán sus consumos y emisiones, porque la marca ha anunciado que partirán desde menos de 100 g/km de CO2, lo que equivale a unos 3,8 litros de gasto medio, y situarían al XE como la berlina más eficiente de su tamaño, a la altura incluso de sus rivales con mecánica híbrida.
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