Los siguientes temas son los que más han llamado la atención de los lectores de EL MOTOR durante la semana. Los eléctricos chinos, los coches históricos y un curioso artefacto para el parabrisas.
La marca china de moda: compradores se arrepienten
La propuesta de MG se basa en coches populares, con un diseño acertado, sencillos pero funcionales y, sobre todo, a un precio imbatible en los distintos segmentos. Semejante aceptación en el mercado, sin embargo, se ha convertido en una espada de Damocles para la marca china.
Tal volumen de ventas ha tensionado tanto a su servicio de postventa que son numerosos los propietarios de MG que se arrepienten, pocos tiempo después, de su decisión de apostar por un sello desconocido y con las incertidumbres propias de las marcas de este origen.
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Los comentarios se suceden en las redes sociales, foros e incluso en mensajes a los medios de comunicación. EL MOTOR ya advirtió de esta problemática meses atrás, lo que ha generado un flujo de comunicaciones constantes de usuarios decepcionados por la atención de MG. Porque la situación lejos de mejorar parece agravarse mes a mes.
Pueden valer mucho: coches que serán históricos en 2024
Cuando un coche cumple 30 años desde su fecha de matriculación, se puede catalogar como vehículo histórico y tiene una serie de beneficios respecto a la inspección técnica de vehículos (ITV) o las restricciones de tráfico.
Aunque si se habla de singularidad, los cinco coches que se pueden ver a continuación van a cumplir los requisitos de edad en poco tiempo, pero no son coches ‘normales’.
Por las sensaciones que proporcionan al conducirlos, por su exclusividad o por otros motivos, se van a convertir en piezas de colección y quizá sea el momento para hacerse con una unidad, todavía a buen precio.
- Porsche Boxster
- BMW Z3
- Volvo 480
- Audi TT
- Mercedes SLK
El curioso plástico amarillo en los parabrisas que causa furor
Llamado comercialmente Barnacle, este nuevo dispositivo tiene un aspecto similar a un parasol exterior y se despliega como un libro. Al abrirlo, unas ventosas se adhieren firmemente al cristal, impidiendo su retirada de manera eficaz.
Su función es dificultar la visibilidad del conductor y así evitar que se ponga al volante y mueva el vehículo. Solo se puede quitar con un código numérico. De esta forma, el conductor puede ponerlo al dejar aparcado el coche en la calle y quitarlo al regresar, solo con este código.
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