La marca que garantiza la fecha de entrega de sus coches

Un nuevo servicio al cliente que busca satisfacer sus necesidades de movilidad al comprar un automóvil.

Volvo

La resaca de la pandemia de la covid trajo, entre otras muchas situaciones inéditas, el desabastecimiento en los concesionarios de un buen número de modelos. Los parones en la producción, la crisis de los componentes y los problemas de transporte llevaron a los compradores a un terreno desconocido: las largas esperas para recibir su nuevo automóvil.

Semanas e incluso meses, demasiados en algunos casos, eran los plazos de entrega de muchos coches, con independencia de su tipología o segmento (aunque algunos en particular sufrieron más que otros).

Los clientes, sin otras alternativas, asumieron como naturales tales demoras, lo que no significa que resulten agradables cuando se espera con ilusión o necesidad un producto de un precio tan elevado.

También resultó preocupante, igual o mas que los propios retrasos, la incertidumbre en la recepción de los vehículos. Además de tardar un tiempo excesivo en producirse, no faltaban los aplazamientos frecuentes e incluso consecutivos.

El coche que tenía prevista su entrega en marzo se aplazaba hasta abril… para matricularse finalmente en mayo. Con resignación se acepta este nuevo escenario de falta de unidades disponibles y demoras, un problema serio de atención al cliente que las marcas intentan atajar del mejor modo posible.

Un servicio novedoso

Estos inconvenientes han remitido en buena parte, aunque la situación dista de estar normalizada por completo. La entrega inmediata se limita a casos puntuales, un par de meses de retraso se consideran normales y en algunos extremos pueden llegar al año. Y todo ello condicionado por agentes externos al propio negocio del automóvil, que van desde guerras a alteraciones en las vías marítimas de transporte.

Volvo Car España, la filial de la marca sueca en el mercado nacional, es pionera es la implementación de soluciones tendentes a ofrecer la excelencia en el servicio a sus clientes. La integración de la central con los concesionarios, tanto en la venta como en la postventa, es un programa de éxito que facilita cualquier gestión de los propietarios de sus coches.

Una relación ejemplar no solo en la marca sino también en el propio sector, que facilita el acceso a cualquiera de sus modelos con independencia de su ubicación geográfica, así como la gestión eficiente de la agenda de sus talleres.

Ahora, el equipo que dirige José María Galofré, consejero delegado de la empresa, ha puesto en marcha, desde el pasado día 1 de diciembre, un compromiso inédito en los concesionarios oficiales: cualquier comprador de un Volvo en España tiene garantizada la entrega de su vehículo en la fecha estimada por la marca.

El objetivo de este programa es facilitar al automovilista la movilidad que precisa sin incertidumbre alguna al respecto. En estos momentos, la espera media en la entrega de un Volvo ronda las 10 semanas y durante ese plazo la marca monitoriza de forma constante el estado del proceso.

Coche de sustitución

Su complejidad, en todo caso, no evita al 100% que puedan producirse algunos retrasos puntuales, pero el cliente seguirá teniendo garantizada la disponibilidad de un vehículo.

En ese supuesto, Volvo proporcionará, desde la fecha prevista, un coche del mismo modelo que el comprador hasta la llegada definitiva de la unidad adjudicada al cliente. Por evidentes razones organizativas, será un coche de la misma gama dentro de la oferta de la marca, aunque no idéntico en cuanto al equipamiento o motorización se refiere.

Lo previsible es que el retraso en el coche solicitado no se demore más allá de algunas semanas, un problema que en ningún caso será para el comprador. Independientemente del periodo preciso de la sustitución, la unidad está asociada a la operación sin ningún gasto añadido (seguro, impuestos, mantenimiento, reparaciones o coste por kilómetro de uso).

Volvo Car España cerrará este ejercicio con unas matriculaciones de 14.600 unidades, lo que representa una cuota de mercado del 1,6%. Un volumen que Galofré confía en mejorar en 2024, alcanzado las 19.500 matriculaciones para una participación en el mercado del 1,9%. A ello contribuirá la atención permanente a los clientes en todas las fases de propiedad del vehículo, además de la llegada de dos nuevos modelos eléctricos como el EX30 y EX90.

Especialmente relevante es este último, un atractivo SUV de tamaño compacto que ya se puede reservar desde 36.770 euros (susceptible, por tanto, de las ayudas del plan Moves) y del que la empresa espera entregar unas 3.300 unidades.

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