El precio medio de los carburantes ha mantenido su tendencia alcista y se encadenan así cuatro subidas consecutivas en lo que va de verano. Las tarifas alcanzan unos máximos que no tocaban desde mediados de abril.
Con datos del Boletín Petrolero de la Unión Europea analizados por Europa Press, el precio medio de la gasolina se sitúa esta semana en los 1,650 euros el litro, tras repuntar un 2,16% en los últimos siete días.
Por su parte, el coste del diésel suma también cuatro semanas al alza y sube hasta los 1,501 euros el litro de promedio. El incremento del precio de los combustibles lo vaticinó a finales de junio el presidente de la Confederación Española de Estaciones de Servicio (CEEES), Jorge de Benito Garrastazu, que esperaba un verano con una subida moderada.
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“A las estaciones de servicio nos convienen los precios bajos”, dijo en una jornada organizada por Mobility City en Zaragoza. Con tarifas modestas, “la gente se anima a gastar más y las estaciones ganan por litro vendido”, resumió Garrastazu, en palabras que recogió el Heraldo de Aragón.
Con las nuevas subidas, tanto la gasolina como el gasóleo superan los niveles registrados al comienzo de la guerra de Ucrania. El 24 de febrero de 2022, el precio medio del diésel era de 1,479 euros por litro, mientras que la gasolina costaba 1,594 euros.
Subida de la gasolina: causas y previsiones
Como causa principal del incremento de precios, los expertos citan el aumento de las cotizaciones internacionales de los productos refinados, que son las que influyen directamente en la tarifa del surtidor.
A corto plazo, parece que la tendencia es el aumento. “Es muy difícil hacer previsiones. Por un lado, tanto la Agencia Internacional de la Energía y los analistas están de acuerdo en un aumento de la demanda de crudo, y por otro lado la OPEP no está cumpliendo sus acuerdos de recorte de producción. Habrá que ver en el futuro cómo se equilibran estos factores, la oferta y la demanda”, resume Inés Cardenal, portavoz la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP).
“Sigue habiendo un cuello de botella en el mercado mundial del refino. Las refinerías están operando por encima del 95% de su capacidad y no son capaces de satisfacer la demanda, y eso que sigue sin tirar del todo en EE UU, Europa y Asia”, tercia el director general de la CEEES, Nacho Rabadán.
Una de las claves, sostiene Rabadán, es que “China está acaparando mucho petróleo y productos refinados, y está viendo que su economía empieza a carburar tras acabar la política de cero covid. Si su demanda empieza a ser importante, habrá escasez de combustibles”. Con una menor oferta, los precios serán más altos.
Tendencia de precios al alza
En opinión del ejecutivo de la CEEES, otro factor hace que el escenario no sea alentador. “La cotización internacional de la gasolina y el gasóleo ha subido por encima del 20%, y en España los precios han crecido un 4% en el último mes. No están subiendo tanto como los costes de aprovisionamiento, y lo más normal es que eso acabe equiparándose para que las estaciones de servicio no pierdan rentabilidad, con lo cual tenemos un escenario de precios al alza”, apunta Rabadán.
Esta espiral alcista en el precio de los carburantes se produce en el mes del año con más desplazamientos de vehículos por carretera, unos 49 millones según las estimaciones de la Dirección General de Tráfico.
No obstante, los dos carburantes principales se mantienen lejos de los máximos que tocaron en torno a hace un año, cuando en junio la gasolina alcanzó los 2,152 euros y el gasóleo los 2,1 euros.
El camino del diésel
Con los precios actuales, llenar un depósito medio de 55 litros de diésel cuesta unos 82,5 euros, frente a los 93,1 euros que exigía a estas alturas del pasado año, incluido el descuento de 20 céntimos por litro que estaba vigente hace un año.
En el caso de la gasolina, el mismo depósito supone unos 90,7 euros, casi tres euros menos que los 93,6 euros que costaba en el mismo momento de 2022.
Lo que sí parece claro ahora es que el precio del diésel se ha normalizado a pesar del veto al gasóleo ruso, que desató los temores a finales de la primavera. La invasión rusa de Ucrania provocó que el gasoil fuese más caro que el de la gasolina desde agosto de 2022 hasta mediados de febrero de este año. Ahora acumula 24 semanas con un precio inferior.
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