¿Tiene un coche con etiqueta B? Este es el futuro que le espera

Ahora que las zonas de bajas emisiones (ZBE) deberían llevar en marcha, por ley,  casi tres meses, la patronal de fabricantes ANFAC pide más tiempo y otro ritmo. Su propuesta principal es que las restricciones se apliquen gradualmente: así habrá margen para la renovación paulatina del parque automovilístico y los ciudadanos tendrán perspectiva respecto a su movilidad futura.

La asociación, que ha presentado una propuesta concreta para la aplicación de las ZBE, aboga apuesta por acelerar en el camino hacia la electromovilidad, incentivar la movilidad compartida y evitar una legislación que arrincone a los coches. 

“No podemos construir un modelo de zonas de bajas emisiones basado en una jerarquía antivehículos, algo que no es realista para las necesidades de los ciudadanos ni tampoco para el modelo social, económico e industrial de un país como España, segundo fabricante europeo de vehículos”, sostiene el director general de ANFAC, José López-Tafall.

Zonas de bajas emisiones y la etiqueta de la DGT

Las exigencias de la ley de cambio climático se topan con la realidad. Esta norma publicada en 2021 exige que “antes de 2023” las ciudades de más de 50.000 habitantes debían crear zonas de bajas emisiones para mejorar la calidad del aire. Los municipios llegan tarde. 

Apenas una decena tienen sus ZBE en marcha, y otras van con mucha calma. Guadalajara, por ejemplo, anunció en febrero que la suya entrará en vigor el 1 de enero de 2024. Entre tanto, uno de cada tres propietarios no puede moverse con su coche por las áreas restringidas en vigor. 

Según un informe de Ideauto para ANFAC, el 47% de los vehículos tiene más de 15 años de antigüedad (con datos de 2022) y esta cifra se eleva hasta el 63% para los coches de más de 10 años. Además, el 62% de los turismos es etiqueta B o no tiene etiqueta (con una presencia similar en el parque). “Esos vehículos representan el 90% de las emisiones de NOx y partículas”, dicen los fabricantes. 

Legislación anticoches

En opinión de López-Tafall, la legislación discrimina al coche particular: “La zonas de bajas emisiones son una oportunidad para diseñar el modelo de movilidad sostenible que queremos como país y avanzar en la descarbonización, [pero] nos encontramos ante medidas que no apuestan por el vehículo como una solución de movilidad más. La movilidad que diseñemos ha de ser una movilidad donde quepamos todos y todas”. 

Por eso, ANFAC pide “focalizarse en el parque circulante más antiguo para favorecer la renovación”. Como objetivo genérico, la patronal de fabricantes solicita “acelerar el despliegue de infraestructura de recarga de acceso público”, con la que facilitar la “penetración de los vehículos de cero y bajas emisiones”.

Las ZBE, según los fabricantes de coches

Respecto a la aplicación práctica de las ZBE, los fabricantes de coches sostienen que se deben tomar decisiones en función de las necesidades de cada municipio y con un calendario de aplicación gradual. Este es el esquema que defiende ANFAC. 

• Fase 1. Restricciones de acceso a los vehículos sin etiquetado de la Dirección General de Tráfico. Afectan al 32,9% del parque, formado por vehículos diésel de más de 16 años y gasolina de más de 21 años. La aplicación de estas restricciones debería producirse dos años después de la publicación de la ordenanza de movilidad que regule las ZBE.

• Fase 2. Restricciones de acceso a los vehículos con etiquetado B. Este distintivo lo muestra el 31,7% del parque: vehículos diésel de entre 7 y 16 años y de gasolina de entre 16 y 21 años. La aplicación de estas restricciones debería producirse cuatro años después de la publicación de la ordenanza de movilidad.