La medida más polémica de la nueva ley de tráfico, que suprime el margen de 20 km/h en los adelantamientos en carreteras convencionales, pasará un periodo de prueba. La novedad entra en vigor el 21 de marzo, pero la DGT se ha dado 12 meses de plazo para evaluar la eficacia de la medida.
Lo anunció ayer el director general de Tráfico, Pere Navarro, en una mesa redonda organizada por Europa Press y Cepsa. “Somos conscientes de que hay un gran debate abierto sobre los 20 km/h; déjennos un año para ver cómo evoluciona; los datos nos darán la respuesta”, solicita Navarro.
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A pesar de las enmiendas de algunos grupos políticos, la norma se aprobó tal y como quería Tráfico, que propuso eliminar ese margen en los adelantamientos apoyándose en tres argumentos: la velocidad es una de las principales causas de siniestros viales, el 75% de las muertes se producen en las vías secundarias y en torno a un 20% de los fallecidos en vías interurbanas pierden la vida en choques frontales.
Respecto a la posibilidad de que la DGT aumente los controles para vigilar el respeto a las nuevas normas, Navarro sostiene que no hay necesidad y que, en todo caso, se trabajará en reforzar la educación y la formación vial. España tiene un sistema de vigilancia y sanción “eficiente”, en opinión del director de Tráfico, que reconoce, no obstante, el número de agentes de la Guardia Civil no es suficiente.
Ciudades a 30: un año de plazo
El máximo responsable de la DGT también quiere dar un año de plazo a la implantación de una de las medidas estrellas de su mandato. Desde el 11 de mayo de 2021, el límite de velocidad en vías urbanas es de 20 km/h para las vías con plataforma única de calzada y acera, y de 30 km/h para aquellas con un único carril por sentido de circulación. Navarro ha anunciado que en mayo se analizarán los resultados de esta medida, pero calcula “un impacto positivo en la seguridad vial”.
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