Las redes sociales se encuentran repletas de imágenes que recogen imprudencias sobre todo tipo de vehículos. Quienes las cometen o las difunden se sienten amparados por la falsa sensación de impunidad que ofrece cierto anonimato. Sin embargo, cada vez es más frecuente que las fuerzas del orden localicen y acusen de delitos contra la seguridad vial a sus protagonistas.
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Así acaba de ocurrir con cuatro motoristas que han sido puestos a disposición judicial tras la investigación realizada por el Grupo de Investigación y Análisis de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil (GIAT), que detectaron la difusión de un vídeo por diferentes redes sociales.
En las imágenes, investigadas por agentes del GIAT del sector de Tráfico de Canarias, recogen a varias personas circulando con motocicletas de campo por la carretera TF-523, conocida como La subida de los loros mientras realizaban levantadas de rueda y otras maniobras que ponían en riesgo tanto su integridad física como la de otros usuarios de la vía.
El GIAT identifico a los conductores y localizó las motos, implicando en el caso a cuatro varones entre 28 y 34 años, vecinos de Santa Cruz de Tenerife. Se les acusa de un presunto delito “de conducción de un vehículo a motor, con temeridad manifiesta y poniendo en concreto peligro la vida o integridad física de las personas”.
Las diligencias se han entregado en el Juzgado de Instrucción de San Cristóbal de la Laguna. Conforme a lo que se recoge en el Código Penal, los implicados se enfrentan a una pena de prisión entre seis meses y dos años, junto con la prohibición de conducir vehículos a motor por un tiempo entre uno y seis años.
Investigadores especializados
Coincidiendo con este hecho, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha recordado que el GIAT cuenta con más de 170 agentes especializados que se dedican a la investigación de delitos relacionados con la seguridad vial: excesos de velocidad, conducción temeraria, falsedades documentales, fraudes en los exámenes de conducir…
La sede central del GIAT se encuentra en Madrid, pero también tiene agentes repartidos en cada uno de los sectores provinciales de la DGT. Su misión es la prevención, persecución y denuncia de estas conductas de riesgo, iniciando generalmente la investigación a través de contenidos en las redes sociales, las webs clandestinas y la colaboración ciudadana.
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