Imagen, prestaciones y exclusividad. Son los tres elementos que definen a Cupra, la nueva enseña que agrupará a las versiones más sofisticadas y exclusivas de Seat. La nueva submarca española propondrá las interpretaciones más refinadas de los modelos del fabricante para seducir a los clientes que no consideran a Seat entre sus opciones de compra por prejuicios de imagen, pero podría contar también, aunque en un segunda fase, con productos exclusivos que no se basarán en otros de la matriz.
«El objetivo es que represente un 10% de las ventas, un porcentaje que ya se supera en países como Alemania», ha declarado Luca de Meo, presidente de Seat. Y la primera propuesta será el Cupra Ateca, una variante del SUV español que llegará a final de año con 300 CV y decoración específica que ni siquiera tiene Volkswagen en el Tiguan, su rival equivalente. Es un modelo que no tiene competencia en su tamaño y precio y que ofrece prestaciones muy elevadas: 5,4 segundos en el 0 a 100 km/h, 20 segundos en el 0 a 200 km/h y una velocidad punta de 245 km/h.
En Terramar, el antiguo circuito peraltado de Sitges de los años veinte, se ha presentado también un Cupra de competición destinado al Campeonato TCR 2018, dos prototipos de posibles modelos Cupra (basados en los nuevos Ibiza y Arona, aunque todavía están sin confirmar) y el Seat León ST Cupra R. Llegará en otoño y será el último que salga como versión de Seat.
Cupra, un acrónimo formado a partir de Cup y Racing (‘copa’ y ‘competición’), eran las siglas que identificaban hasta ahora a las versiones deportivas más radicales de los modelos de Seat, pero siempre detrás de su nombre, como el Seat León Cupra. Ahora en cambio, pasan a la primera posición para sustituir a Seat como marca e intentar convertirse en una palanca de prestigio que empuje hacia arriba su imagen, tanto en España como en el extranjero.
Pero Cupra tendrá también otras misiones, algunas democratizadoras, según Luca de Meo, que anunció siete modelos Cupra en los próximos tres años: «Será nuestro laboratorio para ofrecer nuestros productos más deportivos, pero también para integrar las nuevas tecnologías, tanto las ecológicas –como los Cupra híbridos, enchufables, de gas natural e incluso puramente eléctricos– como las ligadas a la conducción autónoma. Al ser modelos más caros y con mayor margen nos permitirán introducirlas para reducir los costes y poder pasarlas después a los modelos más asequibles y convencionales de Seat».
La marca añadirá áreas Cupra a 265 concesionarios (el 20% de la red) con personal especializado, identificación propia y programa de atención específica. «Cupra nace hoy y queda mucho por decidir en sus señas de identidad y argumentos, pero la deportividad será uno de ellos, incluso en interpretaciones ecológicas. Puedo imaginar un Cupra híbrido enchufable [llegará casi con seguridad en 2020] que sume las prestaciones de un potente motor de combustión con el empuje extra de otro motor eléctrico. Y también podría haber un Cupra deportivo de GNC (gas natural comprimido)», añadió de Meo.
Seat quiere aprovechar también el tirón de los Cupra para acceder a escenarios inexplorados, según ha indicado De Meo: «Es más fácil entrar en nuevos mercados con un producto más caro y exclusivo e ir después bajando, porque al tener mayor margen comercial no se necesita un gran volumen de ventas para ser rentable. Cupra nos puede servir para mejorar nuestra imagen en países importantes para nosotros, como es ahora México, pero también para entrar en otros tan lejanos como Nueva Zelanda y Australia, que con Seat solo serían mucho menos viables».
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